Vanessa Cardui en el estero del Río Arillo.

Seguramente si le hablo de una especie que es capaz de llevar una emigración de unos 13.000 kilómetros, desde el África tropical hasta lugares como Islandia o las Islas Británicas, de los cuales 6.500 los realiza al año, utilizando vientos favorables; en alturas que pueden superar los 500 metros (llegando en muchas ocasiones al kilómetro), y que además, llega a volar velozmente, entre 50 y 80 batidos de alas por segundo, pudiendo alcanzar una velocidad de 40 o 50 km/h, y atravesar tramos de océanos en un día; puede que piense en un portento de ave, aunque si es grande como una cigüeña, normalmente planea, aprovechando las térmicas, y si es pequeño, debe de ser como un colibrí, por su rapidez en las alas. Sin embargo, esta emigración no es la de un chorilito dorado, sino la de una mariposa, muy vistosa,  muy familiar para todos nosotros, y sin embargo desconocida hasta hace poco. Me refiero a la Vanessa Cardui, o más comúnmente, Mariposa del Cardo.

De enorme tamaño, para los estándares europeos, es una de las más famosas y comunes del mundo. Sin embargo, era un auténtico misterio su forma de vida, pues resultaba que una vez llegado el invierno, éstas desaparecían sin dejar rastro ninguno. Había entonces dos hipótesis, una primera que consistía en la muerte de las mariposas en invierno (de modo similar a otros insectos, como los mosquitos), y una segunda, la de la propia migración. Pero con el hándicap de ser una especie poco sofisticada, los investigadores no podían imaginar que protagonizaran una de los más espectaculares movimientos migratorios del mundo animal, superando con el doble de distancia a la conocida y famosa mariposa Monarca norteamericana. Pero a diferencia de ésta última, no hay grandes concentraciones, no se ven en vuelo a simple vista, pues como hemos dicho en el anterior párrafo, llegan a coger alturas de vuelo dignas de records. Por ello, no era fácil la observación de su movimiento migratorio. Curiosamente, para cubriresta enorme cantidad de kilómetros se suceden tres generaciones de mariposas.  En estos viajes anuales, llegan a alcanzar unos 60º de latitud de distancia, como pudiera suceder con una mariposa de los países Bálticos y que logra llegar al Golfo de Guinea. Parece claro, en un principio, que al igual que muchas aves, vuelven a sus lugares de origen templados. No obstante, como es lógico, la utilización de vientos favorables, facilitan la dispersión de las mismas, es por ello una de las especies de insectos más extendidas a lo largo del planeta. Las orugas, empiezan teniendo una alimentación vegetariana, cuya especie favorita es el Cardo de Burro (CarduusCrispus), y llegado al estado de adulto, se convierten en libadoras de gran número de especies florales, propias y de jardines, siendo su favorita las distintas variedades de cardo que le han dado su nombre. Las Mariposas del Cardo han empezado a llegar ya, éste año a nuestros campos y marismas, debido a la temprana primavera que estamos teniendo, es el momento para sacar la cámara e inmortalizar uno de los insectos más confiados y fáciles de fotografiar.

La migración de la Vanessa Cardui es una de las mayores del mundo animal.

Sin embargo, ya que he mencionado la otra gran mariposa migradora, en este caso, de origen americana, la Monarca (DanausPlexippus) no quiero terminar el artículo sin comentar la llegada de la misma a algunos países de Europa Occidental, como es el caso de Gran Bretaña y España. Donde en el caso último, se han llegado a instalar de manera permanente en las Islas Canarias, donde existen registros desde 1.804. Y desde hace varios años en las provincias de Cádiz y Málaga. Llevando una vida menos viajera, gracias al clima suave de ambas zonas, como así sucede en los estados sureños de EEUU y en Méjico. En los mencionados países se han creado refugios y reservas para proteger, con mimo, sus poblaciones, llegando a ser un animal simbólico en muchos de los estados norteamericanos. Aquí, parece ser que se han afincado en el Parque Natural de Los Alcornocales, aunque no es descartable una pronta expansión. Otra joya más para nuestra tierra, que la naturaleza nos ha querido regalar, y una suerte de polinizadora más, que al igual que la Mariposa de los Cardos, son bien recibidas en distintos regiones del mundo, pues ayudan a polinizar el campo en unos tiempos en el que las abejas escasean.