Publicado el: Mié, 26 Jun, 2013
Opinión

Veracruz y explosión en la Bazán

quijano“Seis obreros de la factoría gaditana de la Empresa Bazán, muertos al hacer explosión una botella de oxígeno”. Así anunciaba la cabecera del diario ABC, edición de Andalucía, el jueves 27 de octubre de 1955, la triste y luctuosa noticia. Cuando se refiere a la factoría gaditana, claro está, se entiende San Fernando.Pero ustedes se preguntarán: ¿a qué viene la noticia de una explosión en una sección dedicada a artículos sobre los cargadores y nuestra Semana Santa? Lo aclaro a continuación: el hecho influyó de manera decisiva transformando la forma de iluminar nuestros pasos, y por ende en el peso a soportar por los cargadores de la época.

Recordemos que desde final del siglo XIX hasta aproximadamente el año 1930, los pasos de la mayoría de las hermandades se iluminaban por medio de carbureros o carburadores, especie de cilindros metálicos colocados debajo de las andas y sujetos al armazón de la misma. Los carbureros estaban divididos en dos depósitos, en el inferior se colocaban piedras de carburo y en el superior agua, con un sistema de goteo se mezclaban ambos elementos, produciéndose una reacción química que desprendía un gas llamado acetileno. Por medio de unos conductos, el gas llegaba a las boquillas situadas en el interior de las tulipas, produciendo una luz amarillenta responsable de la iluminación del paso.

A partir de 1930 comienzan las hermandades a sustituir los carbureros por botellas de oxígeno disuelto, que ofrece mejores ventajas: mayor claridad de luz, menor coste económico, disminución del peso, mayor amplitud y comodidad para los cargadores y evita que el personal encargado del alumbrado tenga que transitar por medio de la procesión levantando las caídas del paso para el suministro de agua.A finales de la década de 1940, las cofradías tienden a eliminar el sistema de iluminación por acetileno y sustituirla por iluminación eléctrica. La Cofradía de la Oración del Huerto efectúa el cambio en la salida procesional de 1946. Quizás el último vestigio del uso de bombonas lo representaba la hermandad de la Veracruz, y se vio obligada a eliminarlas en 1956 por circunstancias debidas a la citada explosión ocurrida en la Bazán.En una notas personales manuscritas, don Luis Jiménez, hermano de junta de gobierno y posteriormente hermano mayor de la Veracruz, reconocido cofrade, relata el hecho:

Esta tradición del acetileno  se perdió cuando la explosión de las botellas de la E.N. Bazán y hubo tantas desgracias, que por cierto, esa explosión me cogió de viaje de novio (1955), y leyendo los diarios de la mañana, me enteré de la tragedia, y tuve que llamar por teléfono, puesto que mi suegro estaba en la Empresa, y hablaban de tantos muertos…, en fin, fue muy desagradable ese recuerdo.

 Cuando fui a preguntar si podían facilitarme las botellas de la fábrica de acetileno, se negaron a dármelas, entonces hubo que reformar esos brazos de acetileno a eléctrico.

¡Ojalá no se hubieran producido las muertes de los obreros! Pero debido al accidente, las andas de la Veracruz pasaron a utilizar luz eléctrica, con la consiguiente disminución de peso. El desgraciado accidente ocurrido en la Bazán, indirectamente permitió que a partir de ese momento, los cargadores fueran más aliviados en su trabajo, al eliminarse las pesadas y molestas bombonas de abajo del paso… y también peligrosas.

 

 

Sobre el autor

- Alberto Salas Sánchez, es autor de los libros Cargadores de la Isla, (Historia, tradición y anécdotas) y Anecdotario comentado de Semana Santa. Ha ejercido como cargador durante 26 años perteneciendo a las Cuadrillas de Nicolás Carrillo, Mater Amabilis y Jóvenes Cargadores Cofrades (JCC). En la actualidad es capataz de la JCC.

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