Enrique Jones con su propuesta sobre la mesa.

El estudiante de hostelería pide apoyo a sus vecinos para convertirse en una de las 'Promesas de la Alta Cocina', concurso organizado por 'Le Cordon Bleu'.

Y el 'costillar de lubina adobada con mejillones à la marinière' es la original propuesta que ha presentado al premio 'Promesas de la Alta Cocina'. Una iniciativa puesta en marcha por la prestigiosa escuela 'Le Cordon Bleu' que se saldará con las dos mejores recetas tras aceptar un máximo de 5 solicitudes por cada centro español.

Tras la cumplimentación de un cuestionario, dicha institución-con sedes en diversas comunidades- selecciona 50 participantes para dar pie a la fase más interactiva. Cada uno de ellos ha grabado una video-receta que el público podrá visionar y puntuar a través de la aplicación web del concurso, en la página de Facebook oficial.

Explica Jones que las condiciones son muy estrictas. Para poder establecer una comparativa se impone a los participantes la utilización de tres ingredientes: la lubina, los mejillones y una de las tres guarniciones que deberán completar el plato; patatas confitadas. El resto depende de la creatividad de cada uno. El isleño ha optado, pues, por unas espinacas con garbanzos y la clásica salicornia o espárrago de mar, tan propia de las marismas isleñas y cuya esencia ha querido captar para la ocasión. Lo más interesante es, sin embargo, el concepto de 'costillar', que en este caso se aplica al pescado y no a la carne, como suele ser habitual. "Tras haber preparado el lomo, limpio bien las espinas y las clavo con cuidado, como imitando a las costillas de otro tipo de animal", explica este cocinero, que desde el principio estuvo decidido a "ser fiel a la esencia de la tierra", como también pone de relieve el baño de adobo que reciben las piezas.

El plato concursante.

"Ahora que está tan de moda la cocina-fusión y no dejamos de recibir influencias de otras culturas, me apetecía reivindicar lo nuestro, innovar sobre la base de lo que comíamos de pequeños", sin embargo tiene claro que "esta profesión es mucho más que el cucharón de las madres". Algo de lo que se empezó a dar cuenta con los programas de cocina que tanto disfrutó durante su infancia y que consolidó en la época de Bachillerato, con el boom gastronómico que experimentaba entonces la ciudad. Tras investigar por Internet, conocer a los grandes cocineros y probar algunas recetas, optó por matricularse en la institución provincial 'Fernando Quiñones'.

Éste -su segundo y último año- no ha querido dejar pasar la oportunidad de compartir su particular visión de la esencia gastronómica de La Isla antes de empezar su período de prácticas durante el mes de marzo. Es por ello que espera el empuje de todos sus conciudadanos para tratar de alzarse con este reconocimiento cuyo veredicto se pronunciará el próximo 1 de marzo y que otorga la posibilidad a este joven isleño de obtener una beca para continuar su formación en la pretigiosa Le Cordon Bleu.