Los caprichos son caros y quienes los atienden deben quedarse a cuadros después de tanta insistencia. El Patronato Municipal de Deportes, en colaboración con el Área Municipal de Desarrollo Sostenible, instaló una pista de petanca en el Parque Sacramento. Este nuevo equipamiento, que se encuentra ubicado en la trasera de la sede social del Grupo Empresa Bazán, costó al Ayuntamiento en torno a los 3.000 euros, incluyendo tareas de excavación para el vaciado del terreno, el relleno del firme con subbase y la delimitación del terreno.

Francisco Romero presumía que “Con esta sencilla actuación contribuimos a mejorar la oferta deportiva y de ocio de un parque tan transitado como Sacramento y a acercar el ejercicio y los hábitos saludables a los vecinos de esta barriada, especialmente a los mayores, ya que la petanca es un ejercicio moderado que cualquiera, independientemente de su estado de forma física, puede practicar. Son actuaciones como éstas las que marcan las diferencias en una barriada y las que aportan mayor calidad de vida a sus vecinos. Seguiremos trabajando en esta dirección”.

La realidad es que la pista muestra claramente el desuso de la misma, pues el crecimiento de la hierba no se produce con el continuo pisoteo de los jugadores. También el maltrato al mobiliario urbano con dos bancos en mal estado.

Inauguración.

Una mala imagen de un Parque Sacramento al que cambian de nombre por Camarón de La Isla, pero sólo eso.