Publicado el: Dom, 14 Dic, 2014
Opinión

Enrique Quijano Cantaloba, un buen cofrade

Enrique Quijano CantalobaSe extinguió otro distinguido y excelente Cofrade isleño, que ha sido citado el pasado día 5 de este mismo mes por su Hermano Mayor del Cielo y por su Madre Santísima de la Caridad, para celebrar la última y más importante Junta de gobierno de la que ha asistido en toda su dilatada y prolifera vida de cofrade.

Conocía a Enrique como se suele decir de toda la vida. Y aunque nos saludábamos. Nunca a pesar de tanto tiempo tuve la ocasión de hablar con él detenidamente. Sin  embargo, ambos teníamos conocimientos de cada quien. Cosa curiosa que suele ocurrir frecuentemente en la Isla… Que nos conocemos todos, pero…

A esto, hay que añadirle que su condición de cofrade, de cofrade convencido y hombre de fe. Fue otra de las circunstancias que hacían inevitablemente fijarme en él, dado que desde mi niñez, ser cofrade, pertenecer a una hermandad y vestirme de penitente constituía una prioridad a mis cortos años de edad.

Y me fijé más en él todavía cuando supe que había sido elegido hermano mayor de la  hermandad de la Caridad, en una etapa ciertamente de impulsos y renovaciones. Y eso fue su mandato como así lo acredita los diez años que duró, dejando la huella de la persona cristiana y cofrade como devota y responsable que fue.

Y como no, la hermandad sintió en su seno la transformación que le imprimió en todos los aspectos de su vida1-300x242[1] interna (menos conocida por razones obvias) y de la externa que por la misma razón,  son las que más reliquias dejan y mejor se conocen.

Enrique conectó constante y afectivamente con todos sus hermanos, con el pueblo y con los fieles y devotos seguidores de la hermandad. Pero especialmente estableció una conexión muy importante y fundamental con la feligresía de la parroquia.

Y esta conexión, tal vez fue la causa más acertada para que la hermandad cambiara su itinerario penitencial de cada Semana Santa, para encontrarse de regreso más íntima y directamente fusionada con los fieles y devotos de su propia feligresía. Motivo por el cual, la procesión comenzó a bajar por la calle Tomás del Valle en busca de las célebres -Siete Revueltas- para subir por la calle Comedias (Lope de Vega)  y encarar de frente, la conocida y apoteósica recogida de cada Martes Santo.

virgen_caridad_sanfdoSe comprenderá entonces perfectamente, la buena acogida que este itinerario produjo en el barrio y en sus gentes, de tal manera, que desde aquel preciso momento, dicho recorrido quedó institucionalizado. Y los agasajos, votos, oraciones y muestras de cariño que la Santísima Virgen de la Caridad, recibía, inundaban las calles por donde pasaba tan celestial Señora con su mirada piadosa  fija al Cielo, pidiendo por ellos y por todos nosotros.

No cabe la menor duda que durante su época la hermandad creció y floreció en este y en otros aspectos más espirituales y religiosos, alcanzando también una abultada nómina de hermanos. Se construyó el antiguo Paso y se reformaron varias situaciones. Amén de otras innovaciones y adquisiciones necesarias dedicadas especialmente a diversos objetos y elementos de orfebrerías, que eran necesarios, entre ellos las pértigas por citar algunos. Fue un gran impulsor de su patrimonio en una época además de dificultades económicas y difíciles.

Enrique pasó a la historia de esta hermandad como un destacado y eficaz hermano mayor, serio, discreto,images[1] (2) prudente, trabajador, responsable, respetado y querido. Y esta página que dejó escrita llena de realizaciones, de buenas intenciones y plagadas de tantos propósitos y no menos buenos recuerdos. Se enturbió, entristeciéndome en su funeral al que asistí para honrarle en su partida ante la presencia del Señor en la parroquia de San Francisco,  sede de su querida hermandad.

¡¡Señores cofrades de ayer y de hoy: jóvenes y mayores!! ¡Sabed que Enrique Quijano Cantaloba, además de hermano mayor de esta Venerable Hermandad Sacramental, también fue Hermano Mayor Honorario, título que le concedió su propia hermandad!

Pero lo único que me reconforta de todo lo narrado, es la satisfacción de saber ciertamente, que su alma buena, estará ya gozando de Dios en El Paraíso de la mano del Santísimo Cristo de la Salvación y de su Virgen Santísima de la Caridad, a la que tanto amó. ¡Descanse en Paz!

Sobre el autor

- Profesor, articulista y cofrade.

Mostrando 3 comentarios
  1. Davinia dice:

    la foto que adjunta la noticia no corresponde con quien decís, esa foto es de mi bisabuelo D. Diego Quijano Macías, de cádiz. Y murió en 1976. Les ruego que modifiquen la noticia.

  2. La fotografia no es de Enrique Quijano Cantaloba dice:

    El texto muy emotivo y todo cierto.Pero no se corresponde con la fotografía ese no es Enrique Quijano Cantaloba.

  3. José María dice:

    Davinia, tienes toda la razón, la foto en cuestión fue publicada por error, mis disculpas. Pero ya está rectificada y a pesar de su error, creo que debe de sentirte congratulada y orgullosa al comprobar la aceptación que dicho artículo ha tenido por parte de los lectores, que no han tenido en cuenta, ni el error de la fotografía ni el texto del mismo, sino el testimonio y el recuerdo cariñoso de la figura de Enrique y el legado que dejó sembrado para el futuro de su querida hermandad. A veces hechos como este son lamentables y ocurren sin desearlo, pero como verás, tienen soluciones. Un Saludo.

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