La Trinidad por las calle de La Isla - Archicofradía Sacramental Medinaceli

La mañana del primer domingo de mayo, también Día de la Madre, amaneció envuelta en recogimiento y devoción en San Fernando, con el solemne Rosario de la Aurora presidido por la imagen de María Santísima de la Trinidad, que recorrió las calles del centro histórico desde la Iglesia Mayor Parroquial.

Con esta salida, la Hermandad de Medinaceli dio inicio, como marca la tradición, al ciclo de cultos externos del tiempo de Glorias, una de las manifestaciones más esperadas de la religiosidad isleña tras la Semana Santa.

A las 8:00 horas, bajo el suave brillo de la mañana recién estrenada, la Archicofradía Sacramental de Medinaceli ponía en la calle a su titular mariana para recorrer en Rosario las calles del entorno de la parroquia mayor. El cortejo, sencillo pero lleno de solemnidad, siguió el itinerario habitual: Callejón de la Soledad, Pérez Galdós, San Nicolás, San Servando, San Vicente, Jorge Juan, San Pedro Apóstol, regresando de nuevo por Pérez Galdós y Callejón de la Soledad hasta el templo.

Momentos antes de rezar el Santo Rosario con la imagen de María Santísima de la Trinidad - - Archicofradía Sacramental Medinaceli

El rezo del Rosario, que congregó a numerosos fieles a pesar de la temprana hora, transcurrió en un ambiente de silencio y oración, solo roto por el murmullo de las plegarias, el sonido del rezo compartido y el leve andar del cortejo mariano.

A las 9:00 horas, ya de regreso en el interior de la Iglesia Mayor, se celebró la Eucaristía, que sirvió de broche litúrgico a una jornada profundamente mariana, como corresponde al mes de mayo, especialmente dedicado a la Virgen.

Con este acto, se abre oficialmente el calendario de cultos del tiempo de Glorias en San Fernando, que durante las próximas semanas llenará las calles de la ciudad con el fervor de las hermandades, asociaciones marianas y grupos parroquiales, manteniendo viva una de las tradiciones más arraigadas del alma cofrade isleña.