Foto. Antonio Quintero.

Esta Semana Santa se nos va a quedar grabada en nuestra memoria por el resto de nuestros días. Eso es seguro.

Mientras en los Hospitales se lucha sin cuartel ante esta pandemia que asola al mundo entero y los que lo habitamos estamos confinados en nuestros hogares para no propagar este maldito bicho que cabalga a doquier por todos lados; nosotros estamos a las puertas de llegar a la noche más hermosa y más luminosa de nuestra Ciudad y del cenit de nuestra Semana Santa en nuestra querida y amada Isla.

La Semana Santa está siendo dura; muy dura, pero como personas de Fe que somos ante todo no podemos perder el faro que guía nuestra barca hasta buen puerto y poder fondear en aguas tranquilas.

Ese puerto es el mismo Jesucristo que nos alivia y nos comprende, nos ayuda, nos auxilia, nos apacigua y nos tranquiliza. Ese puerto es el Nazareno de nuestro San Fernando.

Él es el Alfa y el Omega de todo nuestro Universo.

Él es el que veremos caminar en esta noche oscura y silenciosa por nuestras calles y plazas. Pueda parecer que irá sólo en una Ciudad apagada y entristecida sin poder salir, pero, todo lo contrario. Será la noche más nazarena, más penitente y más sentida de todos los tiempos siguiendo los pasos de nuestro Padre Jesús Nazareno.

Os aseguro que Él no irá solo; cómo vamos a dejarlo que vaya con su Cruz, que es nuestra cruz; la de nuestros pecados y culpas, la cruz de todos nuestros días, arrastrándola por nuestra Isla abandonada y silenciosa.

La prueba no va a ser fácil, pero teniendo puesta toda la Esperanza en su dulce mirada y en su zancada misericordiosa, saldremos fortalecidos y convertidos en hombres nuevos.

Si algo nos está enseñando este encierro en nuestros hogares no es otro que saber que no somos invencibles ni tampoco imprescindibles sino todo lo contrario; somos una simple partícula en este universo que hemos creado entre todos llamado Mundo.

Esta noche el Nazareno saldrá a nuestro encuentro como cada Madrugada, pero de una manera totalmente distinta, sólo que tienes que escuchar tu corazón y verás como galopa sin parar y entenderás que nuestro Nazareno; el que fue, el que es y el que será por siempre, te llama una vez más y te pide que le sigas en la noche más luminosa de nuestra Isla.

Van a sonar las dos…. Que se abran las puertas del Cielo.

Juan Carlos Muñoz Rivero
Cofrade. Vocal de Formación en la Junta de Gobierno de la Hermandad de Los Afligidos.

Nota: En 2018 Juan Carlos Muñoz Rivero presentó el III Cartel Cofrade de este periódico.