Publicado el: Sáb, 11 Abr, 2020
Opinión

Tiempo de revivir

Foto. Antonio Quintero.

Difícil para un cristiano pasar una Cuaresma y una Semana Santa en la que se ve y se siente el sufrimiento y el temor de toda una sociedad; más difícil para un cofrade que lamenta no poder hacer pública profesión de fe en sus cultos cuaresmales y en su salida penitencial.

Deberá ser la ciencia la que al final nos libre de esta maldita pandemia, pero ello no resta valor a que desde nuestra humilde posición y apoyados en nuestra fe, roguemos al Señor que todo pase cuanto antes….. como un mal sueño. A Dios lo que es de Dios y al Cesar lo que es del Cesar.

Este año no podremos revestirnos con nuestras túnicas y acompañar a nuestros Titulares en nuestro día grande. Particularmente no podré, en silencio y oración, junto a mis hermanos, hacer ese ejercicio que en tan solo cuatro horas, me “carga las pilas” para todo un año.

Un año atípico en el que echaré de menos estampas como Afligidos en la esquina de la calle Colón, Vera+Cruz (mi otra Hermandad) en su recogida, Medinaceli en Maestro Portela, Servitas en la angostura de González de la Vega, el Perdón desde mi ventana en el barrio de la Casería, Cristo Rey en Siete Revueltas, tantas y tantas…..y mi Virgen de los Desamparados bajando San José en su recogida, tras varias horas acompañándola sin ocasión de verla; y a sus pies, Sangre, volviéndome en cada parada a mirarle, a rezarle, a pedirle….. Echaré de menos más aún a las personas; mi amigo Dani Nieto (q.e.p.d.) al que aún no he tenido el valor de borrar su número de mi agenda del móvil como el que espera, desesperadamente, su llamada.

Son momentos de reflexión y de ayuda a los que peor lo están pasando, y van a seguir necesitándonos a corto y medio plazo. Ayuda que prefiero, preferimos, aportar desde la máxima discreción, sin bombos ni platillos; no es este el momento.

Un año y una Cuaresma atípica que en la que los cristianos debemos tener profunda convicción en nuestra fe y en la Resurrección del Señor, base de nuestros cimientos, y en que Ella, su Santa Madre,  vendrá a redimirnos de nuestro cautiverio.

El próximo año por estas fechas, si Dios quiere, será tiempo de revivir.

Antonio José Martínez Cortés
Hermano Mayor de la Hermandad de los Desamparados.

Nota: En 2017 Antonio José Martínez Cortés presentó el II Cartel Cofrade de este periódico.

Sobre el autor

Mostrando 1 comentario
  1. Antonio Oneto dice:

    Gracias hermano, la fé mueve montañas y este año más que nunca.
    Seguiremos trabajando desde la hermandad para, como bien dices ayudar a los más necesitados.
    Y gracias por recordarnos esas esquinas y rincones donde todos disfrutamos de nuestros pasos y sobre todo por recordar a nuestro eterno pregonero.
    El 2021 luciremos todos con nuestras cofradías es la calle...y con una fé cristiana reforzada.
    Gracias Hernamo.

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