La actividad, que contó con la participación entusiasta de más de cien jóvenes, representó un hito significativo en el fomento de la inclusión y el entendimiento mutuo entre diferentes colectivos.

Desde tempranas horas de la mañana hasta la tarde, pudimos disfrutar de un programa diverso y emocionante diseñado para promover el compañerismo, el respeto y la diversión.

Las actividades incluyeron partidos de baloncesto en sillas de ruedas, donde tanto los residentes del CRMF como los miembros del Grupo Scout Eryteeia y ADACCA pudimos poner a prueba nuestras destrezas y espíritu deportivo. Además, se organizaron danzas, juegos y actividades recreativas que fomentaron la colaboración y el conocimiento mutuo.

Lo más notable de esta actividad fue el intercambio de experiencias y la oportunidad para los jóvenes de conocer las necesidades y desafíos enfrentados por cada uno de los tres colectivos representados. A través del compartir momentos de diversión y el trabajo conjunto en las actividades, se fortaleció el entendimiento y la empatía entre los participantes, promoviendo una cultura de inclusión y apoyo mutuo.

La jornada transcurrió en un ambiente de camaradería y amistad, destacando la importancia del respeto mutuo y la colaboración en la construcción de una sociedad más inclusiva y compasiva. Fue inspirador ver cómo los jóvenes se unieron para superar barreras y disfrutar de momentos de diversión y compañerismo juntos.

El éxito de esta actividad conjunta fue el resultado del arduo trabajo y la dedicación de todos los involucrados, desde los organizadores hasta los voluntarios y, por supuesto, los valientes participantes. Se espera que esta experiencia haya dejado una impresión duradera en todos los involucrados y haya fortalecido los lazos entre las comunidades participantes.