Publicado el: Sáb, 9 Sep, 2017
Opinión

El juego

Me despierto de nuevo y, sin pensarlo, te busco entre las sábanas que no hace tanto revolvimos con nuestra pasión. Miro atrás sin comprender que deba convertir en pasado los besos que nos bañaron el alma, todos aquellos que aún no me has dado… Cierro los ojos con fuerza por si, al abrirlos, vuelves a estar entrelazada con mi cuerpo; me pierdo en el recuerdo de tu ser, en el sudor de nuestra piel, en las lágrimas que escondo por no entender este sentimiento que me invade con su nostalgia…

Quizás fue sólo un juego; tal vez no era más lo que pedíamos a la noche, pero ahora, cuando la luz del sol entra por mi ventana, me pregunto por qué no pudo ser más… Más caricias que me hagan volar contigo por el Universo, más sonrisas que hagan mover sus hilos y nos enreden con el amor más bello jamás soñado; quiero más gestos de esos que me llevan a quitar el pelo de tu cara, que me permiten rozarla con la mía, que me llenan la ilusión de cuentos y fantasía…

Levanto mis ganas para emprender el camino que cada día nos marca,y me gusta pensar que me esperas con el café humeante difuminando tu imagen, con tus brazos abiertos esperando los míos, con tus planes queriendo que forme parte de ellos. Al abrir la puerta de mis deseos no encuentro más que la sombra de lo que bajo el oscuro manto de la noche me regalaste; me estremezco cuando el placer de tu humedad ahora se seca entre mis manos cansadas de buscarte, ésas que me piden explicaciones sobre un sueño que no depende sólo de mis ganas de ser feliz a tu lado.

Los días pasan como una absurda película en la que invento más que vivo, imagino más que siento, decoro más que la mejor de mis habitaciones. Te veo en el reflejo de mi espejo, en las canciones que una radio lejana hace sonar para que vuelvas a mí; eres la inocencia de cada niño que me mira, la brisa de los vientos que azotan nuestras tierras, el calor del sol que llega agobiar, la frescura del agua con la que alivio mi sudor, el silencio del tiempo al que empiezo a guardarle tanto rencor…

Me cuestiono, entre sollozos, las razones que te alejan de mi realidad, que hacen que te escurras como un pez queaún quiere seguir nadando libre por el mar. Cómo hacerte entender que tu libertad es mi cárcel, que no es en ella dónde te quiero encerrar, que si me dieses la mano podríamos volar juntas, sin límites ni fronteras, sin condiciones ni banderas, sin nada que nos perturbe, tan sólo sintiendo que el Universo nos envuelve con su manto de serenidad, dejando que descanses en mi pecho cuando no puedas más, abriendo mis brazos para que corras cuando necesites respirar.

No quiero ser tu freno, sino el motor de tus días; no quiero ponerte trampas, sino curar tus heridas cuando la vida te haga pasar por ellas; no quiero más de lo que me supiste entregar… Llega la noche y vuelvo a cerrar mis ojos con la esperanza de que este día sin ti, sea un mal sueño que da paso a uno nuevo donde, al despegar mis párpados, lo primero que vea sea tu rostro embelesado al mirarme; sintiendo entre mis manos cómo tus dedos buscan a los míos y, en mi corazón, cómo todo lo que vivimos, afortunadamente, fue un juego en el que pudimos ganar las dos.

Sobre el autor

- Escritora, maestra y loca soñadora. Con el firme objetivo de ser feliz a cada segundo y compartir con el mundo cada sonrisa, cada sueño y cada aprendizaje que el Universo nos permite experimentar.

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