Publicado el: Mar, 20 Dic, 2016
Opinión

Un día más

art-130No hace tanto que me acerqué a ti; lo hice, aún sin querer hacerlo. Cuando el amor nos perturba es mejor dejarlo a un lado por un tiempo, permitiendo que todo en nuestro interior vuelva a tener la paz que tanto necesitamos para sonreír. Sin embargo, fue verte y sentir que, de nuevo, mi alma se perdía entre lo que pensé que eran pasionales, pero sencillos, deseos.

Lo mejor en estos casos es no pensar. La mente siempre nubla las emociones más intensas. Unos días donde las risas y el sol comenzaron a hacerse amigos de nuestras conversaciones; unas noches donde, sin darme cuenta, venías a verme para decorar de colores mis sueños.

Poco a poco nuestros cuerpos quisieron ser más que energía fluyendo desde la distancia; y, sin saber cómo, ahora me veo entrelazada a tus labios, bebiendo de tu boca el veneno que me había jurado no probar. Bendito brebaje que me supo a gloria, que me elevó allí donde hacía tanto que no conseguía volar, que me tiene colgada de un sueño del que no quiero despertar.

Sabiendo que no debemos hacernos adictos a una pasión que no quiere ser amor, decidimos tomar tan sólo la dosis de un día que no nos llegase a matar. Un día de una semana, cuatro de un mes...; al pensarlo me supo a poco, pues cómo saciar mis anhelos en un espacio tan corto de tiempo; sin embargo, me fue imposible resistirme a un placer tan exquisito, a un momento tan decisivo para mi interior.

Ahora es ese día el que me lleva a dejarme arrastrar por sus manos, llevándome con ellas a su colchón de cuentos prohibidos. Me gusta recordar, cuando no es mío, todas las horas en las que sí lo es; cuando su piel y la mía son sólo el abrigo de nuestras almas, y los corazones arden dentro de la humedad de nuestro sexo, del amor que entre las sábanas negamos al mundo, escondemos por hacerlo más morboso, o quién sabe si por no dejarnos llevar por la rutina de una sociedad que olvidó lo que es amar.

Ahora, siendo él mi amante de un sólo día, sólo uno en esta larga semana, me pregunto hasta qué punto sólo siento el deseo que me llevó a besar su boca; me cuestiono si soy capaz de seguir a su lado sin amarle. Me eleva al Universo su recuerdo, pero los hilos que maneja me bajan con rapidez para hacerme ver que no es sólo su sudor lo que anhelo, no es sólo su saliva lo que pide mi alma.

Callar, mientras mis dientes contienen la emoción de una garganta que sólo quiere gritar; elevar mi voz al cielo para que todos se enteren de todo lo que siento; soñar para tenerte en los días en los que nos alejamos para no contaminar nuestros sentidos, en los que los minutos se vuelven otra nueva eternidad por la que ya no estoy segura de querer volver a pasar...

Reconozco en mis pensamientos todo lo que nunca será dicho a través del viento; te diré con mi mirada lo que prometí no mostrarte con mis palabras; te amaré en silencio, si es necesario, para no ahuyentar la magia de esta relación que no puede llamarse tal. Pero haga lo que haga, espero que sin saberlo, sin sentirlo ni desearlo, sepas que te quiero, te siento y te extraño... Te espero con ansia en nuestro día, un sólo día, pero siempre un día más que poder decirte, sin hablarte, que me gustaría que fuesen muchos más...

Sobre el autor

- Escritora, maestra y loca soñadora. Con el firme objetivo de ser feliz a cada segundo y compartir con el mundo cada sonrisa, cada sueño y cada aprendizaje que el Universo nos permite experimentar.

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