Rafael al cante junto a Lucas y Carlos - Ignacio escuin

El cantaor isleño Rafael Vargas Torrejón ha fallecido este sábado 28 de junio a los 82 años de una cruel enfermedad en el Hospital de San Carlos de San Fernando.

Figura popular y polifacética, deja un recuerdo imborrable tanto en el mundo del flamenco como en distintos ámbitos sociales y laborales de La Isla y su entorno. A lo largo de su vida, Rafael desarrolló múltiples actividades profesionales.

Regentó un bar en la barriada de la Bazán y, tras formarse como zapatero junto a un amigo en Madrid, abrió una zapatería en la calle Real en las inmediaciones del Mercado de San Antonio. También llevó la gerencia del club El Mosquito, en la playa de La Barrosa (Chiclana), y trabajó en el economato de la barriada de Bazán, entre otros empleos.

En su faceta más cercana a la gastronomía fue Cofrade de Honor de la Cofradía Gastronómica Isleña Los Esteros, que preside el isleño Pepe Oneto, así como miembro honorario de la Cofradía Gastronómica El Dornillo. Ya jubilado, era habitual verle vendiendo chacinas, quesos y jamones, siempre con simpatía y cercanía. Amante del flamenco, fue un reconocido saetero, destacando también por su participación en el COAC de Cádiz siendo componente de cuartetos y coros, entre ellos el recordado Coro de Colorín Colorado, donde se ganó el cariño de todos por su carisma y dotes de liderazgo.

Era conocido por su capacidad para mezclar el arte flamenco con el humor, como recuerdan sus compañeros. Su inseparable amigo y guitarrista Carlos Valverde, visiblemente emocionado, declara a este periódico El Castillo de San Fernando “Siempre contaba conmigo para cualquier evento o espectáculo donde nunca faltaba un chistecito entre copla y copla. Un flamenco humorista con mucho arte para muchos. Se ha ido mi cantaó”.

Otro de sus grandes amigos y compañero de escenarios flamencos, el saetero isleño Manuel Lucas Vidal. “Gran amigo mío y de todos los socios de La Fragua y de los flamencos de La Isla. Siempre estábamos cantando los tres: Carlos, él y yo. Mis condolencias para la familia. Estoy muy dolido. Lo echaremos de menos en el festival de los 42 días de flamenco que comienza en breve. Al final se lo ha llevado el bicho”, lamenta. San Fernando despide así a un isleño de corazón, querido en múltiples círculos, cuya voz y alegría dejarán una huella imborrable entre los suyos. El cuerpo sin vida será trasladado al Tanatorio de San Fernando y el sepelio será este domingo 29 a las diez de la mañana.

Descanse en paz.