Publicado el: Jue, 14 Ene, 2021
Opinión

El Beato de Liébana de San Andrés de Arroyo

Este beato miniado o ilustrado contiene 334 páginas, con 69 miniaturas, tamaño de 300 por 457 mm., fecha hacia 1210-1220 se encuentra en la Biblioteca Nacional de Paris.

El Beato de Liébana, es un libro escrito, un comentario al Apocalipsis, por un monje llamado Beato, cuya vida se desarrolló entre el 730 y 798, es decir, Beato es el nombre masculino de Beatriz, cuya primera edición manuscrita fue del 776 y la segunda del 786.

Esta obra, por razones políticas, culturales, religiosas, sociales de la época medieval de la Península Ibérica, tuvo muchas ediciones, es decir, copias manuscritas, de las cuales se han conservado una treintena, pero veinticuatro de ellas al menos con una miniatura-ilustración-pintura.

Una, de estos veinticuatro es el denominado El Beato de San Andrés de Arroyo. Olvidamos frecuentemente, que la realización de uno de estos beatos, era una obra, de especialistas, en distintas materias, desde la preparación de las pieles, la traída de los pigmentos, la escritura de los textos, la realización de las pinturas...Por lo general, especialmente los miniados-ilustrados eran encargos de la alta nobleza, del rey o de sus familiares, con el fin, o para su propia biblioteca, o para regalo, a otros monasterios.

Un Beato, en mi modesto entender, cumple, los mismos fines, que los murales de una catedral, o las pinturas de una gruta prehistórica, es decir, expresar en varias pinturas, en conjuntos iconográficos y simbólicos, una serie de temas y cuestiones sobre la realidad humana. Estimo, que aunque no sepamos interpretar correctamente, lo que nos indican las grutas prehistóricas de Chauvet, no olvidemos un estilo muy similar, al de Altamira y Lascaux, con una diferencia de al menos quince mil años, sería dicho de pasada, el estilo estético plástico que más tiempo ha estado de vigencia en el tiempo humano.

No debemos obviar, que esos conjuntos artísticos, sean los citados, sean la Capilla Sixtina del Vaticano, sea San Isidoro de León, sean multitud de murales que recorren todo el planeta, todas las culturas, todos los tiempos, quieren mostrar una cosmovisión, es algo parecido a lo que hoy denominaríamos película u ópera, es en "un recorrido de tiempo y espacio", enseñarnos o mostrarnos un mundo, un cosmos, es decir, es huir del "caos, lo no entendible", hacia un "cosmos", es decir, una organización inteligible del mundo.

Dicho, de otro modo, seas plebeyo, seas de la clase alta, seas guerrero, seas comerciante, sean artesano o seas agricultor, seas libre o seas esclavo, seas rey o seas siervo, seas hombre o seas mujer, tienes que "intentar tener un esquema mental del mundo", para entenderlo y comprenderlo, aunque sea mínimamente, para saber tu lugar en la totalidad de la realidad humana.

Es decir, integrar en un conjunto de significados-significantes, contenidos-continentes, medianamente racionales, para entender, las notas de la música de la vida diaria y rutinaria, la realidad vital de uno mismo, en las diferentes áreas-estructuras-niveles-esferas de uno mismo con uno mismo, de uno mismo en la sociedad, de uno mismo en la Naturaleza, de uno mismo en la Cultura-cultura, de uno mismo en la Metafísica o cuestiones metafísicas-religiosas-espirituales. De integrar el yo en el nosotros y en la Naturaleza y en la Cultura y en la Metafísica. De integrar la animalidad humana con la racionalidad humana y con la espiritualidad humana...

Una obra genial o de enorme talento, y este beato lo es, aúna y sintetiza y reconcilia y armoniza, todos esos niveles, los explica. El estilo, en este caso pintura románica, es lo secundario, lo esencial, es esa mezcla de este estilo-técnica-estética-género con los parámetros de su época, indagando-armonizando-entrando-preguntándose por multitud de realidades, tanto humanas o sobrehumanas, tanto individuales como colectivas. Un Beato, como libro, es en última instancia,  es una especie de enciclopedia de las cuestiones esenciales, pero embarazándolas con las cuestiones rutinarias, las modestas con las excelsas, las naturales con las sobrenaturales...

El ser humano busca ser y sentido al mundo y en el mundo, por tanto, no solo se conforma con comer, en mayor o menor cantidad-calidad, es decir, no solo con satisfacer las necesidades primarias, sino necesita satisfacer las secundarias y las terciarias. Dicho de otro modo, necesita, encontrar sentido al mundo. Se sea plebeyo o noble o rey, mujer u hombre, eclesiástico o laico. Toda la vida de la humanidad son las diferentes evoluciones de los sistemas de sentido que ha ido encontrando, casi siempre, están, de forma desarrollada o incipiente, en cuatro grandes explicaciones, ahora las denominaríamos: la tecnológica-científica o protocientífica, la filosófica o racional o protofilosófica, la religiosa-metafísica-espiritual, la artística-estética materializada en la combinación de diversas artes...

En tiempos de pandemia, y al final, el Apocalipsis, trata el tema del fin del mundo, también el del fin de cada ser humano, del mundo de ahora y de los novísimos, es decir, qué sucede después de esta vida, a cada ser humano, o qué le puede suceder. En estos tiempos de esta epidemia, como tantas que durante siglos y milenios que han sido una espada-flagelo-fuego, raíz de enormes sufrimientos para la humanidad. Cada ser humano y la sociedad, se pregunta, las preguntas eternas, entre otras qué somos cada uno de nosotros y qué debemos esperar y qué conocemos, las tres grandes preguntas de Kant.

Este Beato, es una interpretación a estas preguntas. Bien haríamos acercarnos a él, para ser lo que siempre ha sido, un espejo-luna-cristal-caleidoscopio-escalera de significantes-significados, de letras y de imágenes, de textos escritos y dibujados-pintados y, que en el silencio del propio pensar-meditar-reflexionar-orar-silenciarnos-hablar, vayamos canalizando preguntas y respuestas... Siempre buscando, cada ser humano, lo que es, lo que somos, lo que deberíamos ser, lo que debemos ser, lo que debemos esperar, lo que conocemos, lo que deseamos, lo que intuimos, lo que sabemos, y lo que no sabemos-no conocemos-no deseamos... ¡Paz y bien, bien y paz que tanto necesitamos y anhelamos y deseamos...!

Sobre el autor

- Sección en la que trataremos temas de actualidad con un sesgo literario-filosófico.

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