Y llegó el momento. Llegó la hora de salir de esa habitación, cruzar la puerta del hospital, subir a esa ambulancia y regresar por fin a casa. Volver a estar con su marido y sus niñas, pero lo que nunca supuso era que sus vecinos la esperaban con un gran recibimiento.

A las 19.45 horas de ayer viernes 17 de abril, bajó de la ambulancia y pudo ver que todos los balcones de su calle estaban adornados con numeros globos colores y que su nombre estaba escrito con mucho mimo y cariño en una pancarta que atravesaba la calle de balcón a balcón.

Los vecimos de cinco bloques de la barriada San Ignacio de San Fernando quisieron recibir a su vecina por 'todo lo alto'. Aplausos, globos, vítores, música, ánimos, pancarta ... incluso le hicieron llegar un regalo que compraron entre todos.

Tenían claro que 'sí se puede', y desde el lunes, que supieron que en esta semana su vecina volvía a casa, se pusieron manos a la obra. Crearon un grupo de whatsapp y en pocos días ya estaba todo preparado.

La isleña que responde a las iniciales O.R. no pudo contener las lágrimas, luchó con todas sus fuerzas por regresar a su casa y lo consiguió, y sus vecinos quisieron estar con ella mostrándole todo su cariño y amor.

Con lágrimas en los ojos abrió la puerta de su portal deseando ver a su familia, quienes no bajaron a recibirla por encontrarse aún en cuarentena.