Fotografía de Ignacio Escuín.

El director hace balance de la acogida del público tras el estreno de ayer en el Real.

El gran día llegó y todo el esfuerzo, el estrés y las presiones propias de un gran proyecto se vieron ampliamente recompensados. Raúl López -monitor de UPACE y director escénico de la obra de teatro negro Desde un mundo diferente ha comprobado en sus carnes que cuantas más sean las dificultades más dulce es la consecución de objetivos, como los que ayer se cumplieron en el Real Teatro de Las Cortes.

Una de las cosas que más llamó su atención fue la emoción de la gente. La obra no es un drama, sino un reflejo de la sociedad actual, pero "dado el esfuerzo invertido por actores que sufren de parálisis cerebral es lógica tanta empatía", explica. Y es que las complicaciones se multiplican por mil. Pero también el afán de superación, de ahí el buen trabajo realizado por Javier Rodríguez, encargado del sonido, o María José Cerezo, la protagonista, que asumió con profesionalidad tantos textos y cambios de tono.

Fotografía de Ignacio Escuín.

Aún están en la nebulosa del éxito, extensible a los familiares de los artistas, que "han notado una gran evolución en sus personalidades, en su rutina", aclara López, quien se da por satisfecho con solo ver la acogida, porque lo cierto es que "tanto el texto, como las ideas y el ritmo han encantado al público, no nos lo acabamos de creer". Un pensamiento que comparten, a buen seguro, Juani de La Isla, Mesalla, Pepa Peña, Monchi Cruz, María la Mónica, Antonio Mota..., en definitiva, la amplia representación del mundo artístico isleño que ayer acudió al teatro a arropar a los que muchos consideran ya sus 'alumnos'. Y es que el programa de crecimiento personal puesto en marcha cursos atrás por el propio Raúl López de Palacio, incluye entrevistas formuladas por los propios usuarios para conocer de cerca la experiencia de algunos de estos nombres, famosos en la localidad e incluso fuera de ella.

Son conscientes, sin embargo, de que "aún queda mucho por hacer". Por eso continuarán con las gestiones para llevar la obra a otras localidades, y también a diversos centros escolares de la zona que ya muestran interés porque la disfruten sus respectivos alumnos. "Lo importante es que nos transmitamos esa energía los unos a los otros, que todos nos contagiemos", concluye.