Estatua de Varela. Detalle.

La moción de Sí se puede fue respaldada por la mayoría del Pleno.

No es la primera ni probablemente sea la última vez que la controvertida estatua ecuestre del General Varela protagonice la actualidad política de la ciudad. La primera tuvo lugar en 2005, cuando el PSOE propuso una retirada a la que los otros dos partidos mayoritarios, PP y PA, se opusieron. Más tarde, en 2008, la polémica resucitó gracias a la Comisión para la aplicación de la Ley de Memoria Histórica que en su apartado 15.1 especifica lo siguiente:

Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas.

Sea por razones legales o estéticas, lo cierto es que en el programa electoral del PSOE se especifica claramente el aspecto que adoptará la Plaza del Rey tras su futura remodelación, esto es, dando prioridad al edificio consistorial y eliminando todo elemento que entorpezca la visión del mismo y el uso de este espacio diáfano tal como Torcuato Cayon lo planificó hace más de dos siglos. Es, precisamente, una de las razones que alegaron ayer algunos de los grupos municipales para justificar lo "innecesario de traer el tema a Pleno, una vez más", en este caso por parte de la formación Sí se puede San Fernando. No obstante es evidente que durante todos estos años, los políticos -conscientes de lo delicado del tema para muchos ciudadanos- han optado por 'escurrir el bulto' siempre que ha vuelto a la actualidad. La inclusión de la reforma de la Plaza del Rey en el sistema de presupuestos participativos planteado por el gobierno local podría haber aplazado aún más dicha intención, no obstante y a tenor de los resultados del mismo -con el proyecto para la citada plaza en cuarto lugar- es previsible una actuación prioritaria respecto a otras.

Además de la retirada de Varela, el portavoz de Sí se puede aludió tanto al cambio de nombre de algunas calles -Héroes del Baleares, Hermanos Laulhé...- como a la retirada de placas conmemorativas, como la de los citados hermanos en esta misma vía. La concejala no adscrita, Inmaculada López, añadió la necesidad de realizar un estudio previo para saber qué es exactamente lo que se retira, lo que no y por qué motivo, un trabajo que "el Ateneo Republicano y Memorialista ya ha realizado", respondió Ernesto Díaz, quien también recalcó la necesidad de invertir en este tipo de causa social cuando el grupo Ciudadanos mostraba su preocupación tanto por "el coste económico que dicha iniciativa supondrá habiendo temas más apremiantes" como por el futuro de una escultura que no deja de formar parte del Patrimonio Histórico-Artístico de la ciudad.

Lo cierto es que es un tema que levanta ampollas cada vez que se plantea. Los defensores de Varela resaltan numerosas razones para su conservación en el mismo lugar, entre ellas, que "simboliza méritos militares previos a la Guerra Civil", que "más allá de connotaciones ideológicas, forma parte indisoluble de la historia de la ciudad y, en concreto, de su Plaza del Rey", o "el gran valor artístico de una obra de Aniceto Marinas". Los detractores alegan en cambio "la imposibilidad de cerrar heridas que aún supuran", "el nefasto ejemplo de un golpista genocida que preside el espacio público" y la necesidad de recuperar la idea original de dicho espacio tal y como su autor la concibió pero, por encima de todo, la obligatoriedad de cumplir la Ley vigente.