Los tres pilares del pádel. Coordinación
Diferencio dos tipos de coordinación en este apartado. Coordinación individual y Coordinación colectiva. La Coordinación Individual se refiere a la Coordinación motriz, la cual se define según Jiménez y Jiménez (2002): La capacidad del cuerpo para aunar el trabajo de diversos músculos, con la intención de realizar unas determinadas acciones.
En concreto, hablamos de la capacidad de ejecutar golpes lo más parecidos a la técnica deportiva de la disciplina y, sobre todo, que sean EFICIENTES. NO precisamos de una técnica PERFECTA para conseguir jugar al pádel, incluso para jugar al pádel profesional o semiprofesional (Véase el agarre Matías Marina, Grip de Mati Díaz en volea, etc.); pero lo que si necesitamos es un MÍNIMO para poder realizar diferentes tipos de trayectorias (ascendentes, descendentes, rectilíneas, etc.) en las diferentes situaciones dentro del juego.
Por tanto, la COORDINACIÓN INDIVIDUAL tiene que ver con la ejecución de los diferentes golpes de la forma más eficaz y eficiente posible. Es vital trabajarla en todas las etapas, es decir, desde niños a adultos. Es necesario un mínimo de coordinación “ojo-mano” y “ojo-pie”, de forma conjunta, para conseguir jugar a este deporte con solvencia.
Coordinación Ojo-Mano: es aquella en la que trabajamos el miembro superior. Como ya sabemos, en el pádel usamos el miembro superior para el agarre de la pala y realizar los golpes, por otro lado usamos el miembro inferior para maximizar el resultado del golpeo ejecutado. Cobra una importancia vital, debido a que el Pádel es un deporte con IMPLEMENTO (la pala) y debemos conocer la dimensión de nuestro brazo y de la pala, para poder realizar los golpes con la menor dificultad posible. Además, se utilizan SIEMPRE los DOS BRAZOS (excepto en casos de personas con necesidades especiales). El uso de la mano NO HÁBIL es de crucial importancia, y en las etapas de iniciación pierde importancia por parte de los jugadores.
El trabajo de propiocepción junto con el de coordinación se hace imprescindible en las primeras etapas para que los que si inician en el pádel, conozcan lo las proporciones de las diferentes partes de los segmentos de su cuerpo.
Coordinación Ojo-Pie: es en la que trabajamos el miembro inferior. Está íntimamente relacionado con el apartado COLOCACIÓN. Los desplazamientos y la colocación que adoptemos serán casi tarea exclusiva del trabajo de pies y piernas. Debemos trabajar desde las primeras etapas los pasos cortos de “ADECUACIÓN”, y los desplazamientos laterales. Estos son continuamente usados durante el juego y cobran una gran importancia en la técnica.
Pasos de Adecuación son los pasos cortos que son utilizados constantemente previos a un golpe. El propósito de ello es tener la posición óptima para ejecutar el gesto. (Video)
Desplazamientos Laterales. Damos importancia a los desplazamientos laterales dado que son usados en buena medida en este deporte. El resto de desplazamientos son también usados, pero al ser movimientos más naturales no tenemos por qué trabajarlos en el apartado de COORDINACIÓN.
Una vez trabajados ambos aspectos por separados (COORNDINACIÓN Ojo-Mano y Ojo-pie), tenemos que acabar trabajándolos conjuntamente. Esta tarea es algo más complicada, y su progresión depende de muchos factores (diferencias individuales, he practicado deporte anteriormente…), por lo que debemos ser pacientes y realizar ejercicios en progresión de dificultad. (Video)
Por otro lado, la COORDINACIÓN COLECTIVA hace referencia a la sincronización, compaginación y entendimiento con el compañero. Es de vital importancia que los dos jugadores de la pareja actúen como un núcleo. Un núcleo casi irrompible en el que cada movimiento de un miembro tenga consecuencia en el otro, sea o NO una decisión acertada.
El núcleo del que hablamos puede asemejarse a un MURO. Un muro tiene, o debería tener, la facultad de ser inquebrantable e infranqueable. Tenemos que tener este concepto muy claro. Sólo no pueden pasar por arriba y, si lo trabajamos bien, tendrán que esforzarse para “saltarnos”. Para que el MURO sea sólido, tienen que estar todos y cada uno de los ladrillos bien COLOCADOS, para que no haya puntos flacos y pueda derrumbarse. Esto lo conseguimos mediante una correcta colocación de ambos componentes de la pareja. Sincronización en los desplazamientos y en las consecuencias de cada golpe (acción-reacción).
La comunicación, además de los movimientos sincronizados, es imprescindible, sobre todo al principio. La comunicación puede ser verbal o gestual, dependiendo del nivel de cohesión de la pareja y del nivel de juego.
Comunicación verbal: Si hemos jugado poco con nuestro compañero o, simplemente, nuestro nivel de entendimiento aún no es muy alto, debemos hablarnos en situaciones de: conflicto, o aquellas situaciones en que la bola va al medio; transición de ataque-defensa (cuando estamos en la red y nos hacen un globo). No se trata de estar todo el partido hablando (eso sería insoportable en la mayor parte de las veces), sino de hablar en las situaciones que lo requieren, sin intervenir drásticamente en el juego (propio y de los contrarios) y sin desconcentrar a nuestro compañero con bombardeo de información.
Para tener una buena comunicación verbal con nuestro compañero tenemos que trabajar los desplazamientos, concretamente, los desplazamientos hacia atrás con la vista fijada en los contrarios. Debemos informar a nuestro compañero de la situación en la que se encuentra la pareja contraria para que pueda tomar la decisión más acertada. Este aspecto apenas lo trabajamos (de niveles de iniciación a perfeccionamiento, incluso competición). Tenemos que conocer nuestro rol como compañero y trabajar sobre ello. “NO SOMOS DOS INDIVIDUOS JUGANDO EN EL MISMO LADO DE LA PISTA, SOMOS UN TODO. Si yo fallo, tú fallas. Si yo me equivoco, tú me apoyas. Si estoy abajo, tú me llevas arriba.”
Por tanto, el posicionamiento en la pista, de forma básica, podemos resumirlo en dos conceptos: “Los DOS ARRIBA” y “los DOS ABAJO”.
Es cierto que en muchas ocasiones nos encontramos con otras dos situaciones: Uno arriba y el otro abajo. Ocurre, en la mayor parte de las veces, por no seguir a nuestro compañero hacia la red; en otras tanas ocasiones, para esperar un contragolpe desde el fondo de la pista (como una salida de pared, por ejemplo).
Por norma general, cuando uno de los miembros de la pareja suba, con o sin criterio, es conveniente que el compañero lo haga también ¿Por qué? Porque así creamos un muro (más o menos) sólido que es más difícil de penetrar. En cambio si uno está en el fondo y otro en la red, creamos una grieta en nuestro muro que es fácil de acceder a ella. Los DOS en mitad de pista, ocurre normalmente cuando no da tiempo a subir hasta la zona de volea o lo deseamos de esta forma por alguna situación táctica específica. En cualquiera de los casos no es muy aconsejable.
Como conclusión, debemos trabajar nuestra coordinación desde la base. Si es necesario trabajar un tiempo sin pala para poder recibir y lanzar pelotas para trabajar la lectura de trayectoria y la precisión, debemos hacerlo. Los deportes con implemento parecen sencillos, pero requieren de un periodo de adaptación hasta que LA PALA forma parte de nuestro cuerpo.
¡ÉCHALE BOLAS y entrena tu coordinación!