La Semana Santa de San Fernando 2014 ya tiene cartel anunciador. Como siempre, el libro de los gustos está en blanco y da pie a todo tipo de opiniones. Ni mejor, ni peor, el cartel de Antonio de Hombre es una fotografía correcta y a simple vista, es Semana Santa. Porque la Semana Santa no es una estampa de esas que se pueden sacar en un besamanos o un besapié.

Un cartel debe dar un mensaje claro sin necesidad de letras que lo identifiquen. En la imagen se puede ver la iglesia de la Pastora, el paso girando, hermanos del Huerto con su túnica y hasta público. Sin duda, puede haber fotos mejores y peores, pero la que es, ha sido elegida por la dedocracia del Consejo de Hermandades y no por un concurso con participantes anónimos. Un modo, que por otro lado no es nuevo de ahora, sino que lleva practicándose desde hace varios mandatos, primero con el encargo de los óleos y ahora con las fotografías.

Haciendo un balance de cuatro años de carteles, basta recordar que el cambio de una pintura a una fotografía, se produjo en 2012, después de que en el año 2011 se dijera a viva voz eso de “No es ningún crucificado de La Isla: es el crucificado y punto”.

Un crucificado que este año cobrará vida con motivo del 400 aniversario de la muerte de El Greco. Y basta con comparar aquel cartel con la obra del artista universal.

Se cambió y en 2012 la fotografía regresaba al cartel. Ahora se habla de si un cartel de los 80, de que si es de día, etc. Etc. Pues simplemente, revisen y pueden añadir que de tres carteles con fotografía, dos son fotografías realizadas en la calle Marconi (Ecce-Homo y Huerto) y otro ante la puerta de la iglesia Mayor (Servitas) y curiosamente los tres, son de día. No hay una sola foto de noche. Hasta en eso ha habido poca variedad.

Lo cierto es que el cartel, podrá gustar más o menos. Y que los habrá más bonitos o simplemente distintos. Lo cierto es que del cartel, lo de menos es si de día o de noche, si bonito o feo. Lo verdaderamente cierto, es que otorga un merecido recuerdo a las víctimas del accidente del tren Alvia de Santiago y especialmente a Ignacio Bustamante Morejón.

Eso es lo que realmente vale.  Aunque a decir verdad, lo mejor para el cartel es un concurso público. Algo que es posible con un nuevo Consejo de Hermandades (este año hay elecciones), o con un cambio en la forma de trabajar.