Tras el fallo del concurso de belenes, en el año en el que menos belenes se han presentado de la última década y cuando se han mezclado entidades y comercios en una misma categoría, una cofradía como Desamparados ha ganado el concurso de belenismo. La parroquia del Santo Cristo ha sido segundo premio y un comercio el tercero.

Echando la vista atrás, se puede comprobar como belenes montados por Cristo Rey, El Perdón o Servitas, ganaban con asiduidad premios. En este carro no faltaban Soledad o Nazareno, siempre luchando por esos premios y premiados. Pero puestos a ver, se puede recordar que faltan más belenes. Tantos como Medinaceli, que llegó a montar en Bahía Sur el Nacimiento más grande hasta la creación del Belén Monumental del Bicentenario. Falta el belén de la Hermandad de la Divina Pastora, pero faltan también los de Gran Poder, Huerto, Prendimiento, Misericordia, Expiración, Soledad, y por faltar, hasta el de la parroquia de la Sagrada Familia.

La enorme bajada en el número de nacimientos montados esta Navidad ha de suponer un punto de inflexión, hasta el punto de que el año que viene se pueda notar un repunte. Es de agradecer además, que una cofradía como la Vera-Cruz, embargada hasta la médula y que se ha quedado sin almacén, tras su subasta, ha contado con la colaboración de hermanos, para que su Belén, cercano ya a los 40 años continuados en las calles isleñas, se pueda montar en un local de la calle Ancha. Una prueba de cuando se quiere, ni siquiera los malos momentos, lo impiden. Simplemente, hay que tener ganas.

Varias con las causas del descenso del número de cofradías que montan Belén. En las juntas de gobierno hay cada vez menos personal con disposición plena. Hace falta alguien que tenga dos meses mínimo para montar un Nacimiento con la garantía que se requiere, y hace falta también fijar un turno de guardias para su apertura, porque también se han dado casos que después de bendecido, no han cumplido el horario de apertura por falta de público.

Valiente también la parroquia del Santo Cristo, que nuevamente acumula un premio más, pero sobre todo, porque ha roto el blanco de las paredes de algunas casas para dar más color al Belén. Tiempo al tiempo, porque esto supone un cambio de cara a los próximos años.

Una pena que hayan bajado los brazos las hermandades a la hora de evangelizar con el Nacimiento de Jesús. Y cuidado, porque ya se habla del Día de la Saturnalia o de los Saturnales en la guía navideña del Ayuntamiento, y ahora hacen faltan los belenes para que se hable de Navidad.

Por eso, mis mejores deseos de felicidad para todos los lectores de este medio. Feliz Navidad.

J.M. Fraile