Ha pasado la siempre esperada Semana Santa de La Isla, y ha pasado, pasada por agua. La lluvia que lleva afectando ya más de una década continuada, nos vuelve a dejar a hermandades dentro del templo y a otras que con más riesgo, se ven sorprendidas por la lluvia, ante la siempre difícil toma de decisiones que conducen a un gran acierto o a un gran error.

Más de una década de lluvia en la Semana Santa y una década en la que se habla repetidamente de la necesidad de un plan de agua o de lluvia que siempre pone de manifiesto la conversión de la iglesia Mayor en un lugar más que idóneo para que una cofradía se refugie en caso de necesidad, dada su ubicación a cinco metros del inicio de la Carrera Oficial.

Sin embargo, la evolución de las hermandades en las dos últimas décadas, les ha llevado a hacer pasos de mayores dimensiones y que ajustados a la puerta de su sede canónica, no han tenido en cuenta la posibilidad de entrar en otros templos cuyas puertas no tengan la anchura adecuada.

De siempre se ha visto la puerta de la iglesia Mayor como de grandes dimensiones, y efectivamente, no presenta dificultades para la entrada o salida de los pasos, pero no así su cancel, que resulta estrecho incluso para pasos del primer templo parroquial, que rozan con éste.

Durante años, nadie ha negado la necesidad de ampliar el cancel, pero las hermandades de la iglesia Mayor han repetido por activa y pasiva que ellas no lo necesitan y que por tanto no afrontarán el pago de la obra de ampliación o modificación del cancel. Algo que también debe tener el visto bueno de la Consejería de Cultura, pues la iglesia está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC).

Es algo que debe afrontarse y ya con necesidad, pues las lluvias de los últimos años, obligan a que las hermandades puedan contar con un refugio a medio camino. De no ser así, cada vez habrá más hermandades que suspendan su salida, con lo que ello conlleva para la propia Semana Santa y para la economía de la ciudad.

Habrá que esperar una Semana Santa clásica de primavera soleada para 2014, pero aún con esa esperanza, es necesario que el Consejo de Hermandades y Cofradías dé ya un paso firme de cara a promover la ampliación de la anchura del cancel de la iglesia Mayor.