Publicado el: Mar, 7 Ago, 2012
Opinión

LA MALDITA HERENCIA

Con independencia del posicionamiento político que tengamos, cada vez somos más los que empezamos a estar hartos de que el Gobierno del  PP culpe de todo lo malo que está pasando en España al PSOE, a los sindicatos, a la herencia, a los trabajadores, a los estudiantes, etc.  Por lo visto, según proclaman de manera constante en los medios de comunicación, todos son responsables de nuestras desgracias excepto ellos, que a juzgar por sus declaraciones, habitan  y gobiernan en el país utópico de la inocencia. Afirman una y otra vez, que ellos no tienen nada que ver con la crisis, que no la han provocado, que no la han agravado, y prometieron tener la receta mágica, la formula de la ansiada salvación, pero el tiempo y las circunstancias acreditan o demuestran que de lo dicho, nada de nada, que realmente nadie sabe cómo sacarnos de esta, y que al final, gobernase quien gobernase en nuestro país, terminaría haciendo lo mismo, recortar dinero, recortar derechos, recortar bienestar, recortar sanidad, educación, investigación, porque lo que realmente falta en la actualidad son otras alternativas más imaginativas, más positivas, menos traumáticas, incluso a pesar de que pudieran ser más arriesgadas. ¿En estos tiempos, quién dijo miedo?

Como ciudadano del montón opino que un programa electoral debería ser un verdadero contrato social, no ya solo entre el partido que lo proclama y sus votantes, sino entre este partido y toda la sociedad,  y caso de ser incumplido, debería poder ser causa en los tribunales de justicia para poderlo denunciar y anular.

Creo que el sucesivo incumplimiento de todo cuanto dijeron y prometieron, creo que todas esas mentiras con las que nos sorprenden a menudo, son razones más que suficientes y justificadas para afirmar que el actual Gobierno del PP no es legítimo, aunque se afiance en  la legalidad, y en una errónea interpretación de la palabra Democracia. Esto no es democracia real.

Lo reconozcan o no,  este Gobierno está acumulando muchos errores, contradicciones e indecisiones muy considerables desde el mismo momento en que comenzó a gobernar. En este cortísimo periodo de tiempo, el precio a pagar por todos nosotros está siendo el de la desconfianza generalizada en torno a su capacidad y a la propia solidez de nuestra economía. Han conseguido algo inimaginable hace unos años, que los ciudadanos de a pié dejen de creer en el sistema, y eso sí que es realmente peligroso, pues es una temible enfermedad social, una situación que está siendo muy dañina y que está afectando de manera muy directa, no ya sólo a los mercados, que se retraen contagiándolo todo de un pesimismo abrumador, sino también a los ciudadanos,  quienes somos las verdaderas víctimas  de estos errores y  de estas mentiras.  Parecen haber olvidado que somos personas, personas avaladas por una historia de conquistas sociales que no estamos dispuestas a desmantelar, personas que se han ganado el derecho a poder vivir tranquilos y en paz, que pagan sus impuestos, que cumplen fielmente con sus obligaciones, personas a las que nadie debería meterles la mano en el bolsillo de esta manera tan descarada, ni despojarlas de sus derechos tan a las bravas, porque con ello se está corriendo el peligro de desmantelar el sistema, de romper la democracia y de fomentar una verdadera revolución que como empiece, no habrá quien pueda pararla, hasta el final de sus consecuencias.

Por primera vez, desde hace mucho tiempo, volvemos a tener miedo, miedo real y palpable a que nos roben nuestro futuro, de que se desboronen todos aquellos sueños que hemos ido engordando en la medida que hemos ido creciendo como país, el futuro de nuestros hijos, la seguridad que nos aportaba el poder confiar tranquilamente en las garantías de nuestro sistema, las pensiones, los subsidios, las prestaciones, herramientas que bien utilizadas nos hacen más iguales y más humanos, más felices en definitiva, una felicidad que se pierde, como se pierde la espuma de jabón por un desagüe.

Como digo, podrán decir lo que quieran, pero el gobierno de Rajoy está llevando a nuestro país a una histórica,  inédita y súbita pérdida de credibilidad del Ejecutivo, afectando de lleno particularmente a nuestros bolsillos, y de manera general a nuestra economía, como se pone de manifiesto con el espectacular incremento de la prima de riesgo (de los 347 en el traspaso de poderes cuando el PSOE perdió las pasadas elecciones, a 649 en este mes de julio) y una caída del valor de la Bolsa hasta niveles del año 2003 en poco más de un semestre.  Todo esto está sucediendo ahora,  con el Gobierno del PP, lo que me hace pensar que algo de responsabilidad también  tendrá, ¿no? Estoy convencido de que sí, y de que vale realmente poco estar mirando constantemente hacia detrás.

Aún recuerdo la deslealtad institucional de Esperanza Aguirre haciendo campaña para fomentar la insumisión de los ciudadanos incitándoles al impago de los impuestos, cuando el PSOE propuso la primera subida del IVA.  Por aquel entonces Rajoy negó la mayor, y continuó negando que esta medida fuera necesaria durante muchos meses. De hecho, hay muchísimos videos en You Tube que demuestran la veracidad de mis palabras. Comenzó su campaña electoral vendiendo en su programa que no tocaría el IVA y tras su victoria en las urnas, reiteró lo dicho,  negando rotundamente subir este impuesto por las consecuencias negativas que tendría para el consumo. Pero esas afirmaciones tuvieron muy poco valor, porque en menos de unos meses comenzó a afirmar, a modo de advertencia, que si se tuviera que subir no sería en 2012, y miren por dónde,  han terminado estableciendo finalmente la subida para el 1 de septiembre de 2012. ¿No es esto improvisar y mentir? Me pregunto qué pensarán las muchas personas razonables y con sentido crítico que votaron al PP esperanzadas de obtener otra realidad distinta.  Ellos se deberían sentir más engañados que nadie.

Otra de las grandes mentiras de Rajoy y su Gobierno ha sido la deducción por vivienda habitual.  Su recuperación fue la promesa estrella del PP durante la campaña electoral y una de las pocas que cumplió cuando llegó al Gobierno, a pesar de todas las críticas que recibió. Pero también hay que recordar que pasados seis meses, sólo seis meses, han modificado su política para anunciar la eliminación de esta deducción, incluso para las rentas más bajas,  incorporando efectos retroactivos. Es decir, que no solo incumplen lo que prometieron,  sino que al final nos hacen un desgarro mayor, dejándonos peor de lo que ya estábamos, especialmente a los más pobres.

¿Y qué podemos decir de la amnistía fiscal que han practicado de manera tan descarada? El Gobierno, como medida contra la crisis, al mismo tiempo que mete la mano en el bolsillo de la clase media,  pone también en marcha una amnistía fiscal para los grandes defraudadores, una política que sólo satisface a las grandes fortunas negras de este país, buscando las mejores condiciones para que estos ricos ilícitos puedan montarse de manera barata en la onda de la normalidad legal. Medidas como estas son tan injustas como legalizar el asesinato, o el robo. Un delito es un delito, y quien delinque no debería obtener beneficios fiscales, sino la cárcel.

Hay que recordar que en un principio dijeron que éstos verían perdonadas sus deudas con Hacienda a cambio de que pagaran entre un 40 y un 50% del capital que aflorasen. (Y empleo el verbo aflorar porque me parece muy fuerte utilizar el de blanquear, que es, en suma, lo que el Gobierno ha hecho con las grandes fortunas de dinero negro, la mayoría de ellas, procedentes de actividades delictivas como la droga, la trata de blancas o el contrabando). Finalmente el  límite de esa amnistía se ha rebajado al 10%

del patrimonio oculto que salga a la luz, porcentaje con el que han conseguido que a los que pagamos Hacienda regularmente de manera religiosa, por cierto, siempre mucho más de un 10%, nos quedemos boquiabiertos y con caras de bobos.  Si esto que ha hecho el Gobierno del PP  fuera realmente normal, la Audiencia Nacional y el Tribunal Constitucional no habrían admitido los recursos contencioso-administrativo y de inconstitucionalidad que han presentado ciertas entidades contra la amnistía fiscal. Ambos tribunales ven indicios de ilegalidad en todo esto, y ya veremos cómo termina la cosa.

Todo esto lo justifican con su cansina teoría de la herencia, pero hay que tener pocas luces para creerse realmente que el PP no tiene en todo esto un cierto grado de responsabilidad. Eso solo lo piensa un pequeño grupo de incondicionales, sus hooligan, esos palmeros de que disponen dispuestos a reírles las gracias, incluso cuando estén acuchillando por la espalda y a traición los intereses de todos  a cuantos representan. Algo de responsabilidad tendrá también el PP en esta catástrofe, ¿no? Me reitero en la pregunta.

Que conste que no pretendo exonerar al anterior gobierno socialista de su parte de responsabilidad, que obviamente la tiene. Como progresista yo fui el primero que me sentí desencantado por las políticas que se adoptaron entonces, y no termino de comprender cómo es que ZP no llevó España a un referéndum, o dimitió sencillamente al verse obligado a tener que hacer algo para lo que no había sido elegido. A esta querida España entre todos la mataron y ella sola se murió.

De lo que sí estoy convencido es que como Rajoy continúe con esta política de recortes y empobrecimiento general de la población,   conseguirá que Zapatero alcance las santas alturas de los altares, y si no, tiempo al tiempo.

Ignacio Bermejo Martínez

 

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Mostrando 3 comentarios
  1. Jose dice:

    Menos mal que es un ciudadano del montón quien escribe este articulo..es militante del PSOE. Si ese partido que nos ha aruinado con una maldita herencia, que resulta que era cierta.Quin nos engañó fué Zapatero (por cierto que callado está).Nuestra esperanza es que estas dolorosas medidas tomadas..alabadas por la Comisión Europea, Fondo monetario, economistas etc nos saquen de esta situación.
    Por cierto los recortes en el deficit..los comprometió Zapatero..el problema es ponerlos en práctica que llevan a los recortes..como tiene que hacer la Junta en Andalucia

  2. Lola de los Puertos dice:

    Y tan maldita la herencia que la tendremos que pagar los españoles durante al menos una década. Si el gobierno anterior hubiera hecho una auténtica política de izquierda habría cortado la burbuja inmobiliaria, realizado una reestructuración bancaria e invertido en ciencia y educación -en vez de construir aceras con el plan E- .
    En lugar de eso se primó la demagogia y la ideología hasta que el sistema se desmoronó.

  3. Chelo dice:

    Lea esto, por favor. Jamás algo se dijo tan claro. Y sí, por supuesto, y hasta que no se demuestre lo contrario Zapatero tiene y tendrá la culpa.
    http://www.diariodecadiz.es/article/opinion/1381881/zapatero/tiene/la/culpa.html

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