Foto. Ignacio Escuin.

El Festival de la Isla del Blues no se celebrará en San Fernando por segunda vez en 22 años y se trasladará a Jerez de la Frontera. La primera vez que no se desarrolló en la localidad isleña se mudó a Cádiz. Desde la organización de esta habitual cita veraniega en la ciudad, cuya cabeza visible es José Peinado Cabanas, se ataca directamente al Ayuntamiento de San Fernando y a su actual equipo de gobierno para responsabilizarles de haber tenido que tomar dicha decisión.

Y así lo han explicado José Peinado Cabanas en el siguiente comunicado en el que reza lo siguiente:

"Tenemos que informar a los aficionados a esa grandiosa música llamada blues que, lamentándolo mucho, al Ayuntamiento de San Fernando no le interesa tener el Festival la Isla del Blues en la ciudad. Es la única conclusión posible que podemos sacar después de comprobar con dolor que durante los últimos seis años no hemos existido para la Concejalía de Cultura de San Fernando. Por lo tanto, el Festival se marcha de La Isla.

La siguiente frase es muy certera: “La repercusión que en su corta existencia ha tenido este festival, debe ser suficiente acicate para que las administraciones y, en especial, las locales reflexionen y amplíen su oferta cultural y turística, apostando por iniciativas como la que tenemos el gusto de presentar”…“Los eventos culturales de cualquier tipo y, en especial, los festivales o actuaciones musicales de esta entidad no pueden prepararse en pocos días, sino que necesitan varios meses para convertirlos en realidad y puedan llegar a ser un éxito”.

La frase no es mía -apunta José Peinado-, fue dicha hace años por la actual alcaldesa, Patricia Cavada, y ella misma la escribió al confeccionar el dossier preparado para la tercera edición de este festival. Sin embargo, desde que llegó al gobierno de la ciudad, es decir, hace seis años, la actitud ha sido de indiferencia y rotundo silencio, agrandado por el vacío en cuanto a ayudas al certamen: ni un solo euro. Ni una pequeña reunión hemos podido tener con ella, así que seguimos en la dolorosa incertidumbre de no saber el porqué de esta actitud.

La Isla del Blues va a cumplir 22 años y ha salido adelante siempre con dificultades y con mucho esfuerzo, pero los últimos seis nos hemos encontrado con este trato, o peor, ausencia total de trato. Así que ante esta incomprensible e inexplicable actitud, y mientras persista el silencio, no nos dejan otra salida que dar por acabado el festival en San Fernando.

Cuando empecé, supe desde el minuto uno que hacer un festival implica riesgo. Edición a edición, se ha ido confeccionando un programa según la ayuda económica obtenida, que solía suponer un 30-40 por ciento del presupuesto total. El resto, es decir el 60-70 por ciento, tenía que salir de la taquilla, y si no salía eran pérdidas, pérdidas mías. No pasa nada, así es como debe ser y como se debe actuar con dinero público: a más ayuda, mayor presupuesto, y eso te da opción a pagar cachés superiores, es decir, artistas de renombre. Así ocurrió durante las primeras ocho ediciones en las que el festival crecía año a año y contaba con ayuda del ayuntamiento, época de Pedro González Tuero, Diputación de Cádiz y Junta de Andalucía. Sin duda, la mejor etapa del festival.

Ha habido años de pérdidas, sobre todo los últimos, puesto que con una sola ayuda institucional poco se puede hacer, cuando con esa subvención solo te da para acondicionar el recinto. Aun así, hemos sorprendido con la calidad de los artistas que hemos traído al festival.

Con presupuestos mínimos de más de 20.000 euros y menos de un 30 por ciento aproximadamente en ayudas, me he lanzado a hacer 21 ediciones. Los últimos años siempre perdiendo dinero, pero nunca la ilusión y las ganas, bastante atenuadas, eso sí, por los obstáculos descritos e inesperados en La Isla que fue cuna y sede del festival.

Por este evento musical isleño han pasado artistas internacionales que ya quisieran muchos festivales y, por supuesto, muchas ciudades. Artistas de la talla de Ten Years After, Deborah Coleman, Popa Chubby, Angela Brown, Ana Popovic, Joanne Shaw Taylor, King King y un largo etc. El festival estuvo creciendo año tras año hasta que en el cruce de caminos (crossroad) se interpusieron no el diablo, sino malos y peores gestores (y los amantes del blues sabrán comprender esta alusión musical).

Pero después de tanto tiempo debe ser que el festival ya ha adquirido vida propia y casi indestructible sostenido, hay que decirlo, por la ayuda que aporta la Diputación de Cádiz, desde Desarrollo de Ciudadanía. Esto, y la propia fuerza de su naturaleza ya madura, hace que este año tengamos el inmenso honor de hacerlo en Jerez, gracias a que su ayuntamiento lo ha acogido con sumo agrado implicándose absolutamente, haciendo posible de nuevo un magnífico cartel y que la cita se desarrolle durante dos jornadas.

Será en los días 24 y 25 de julio, sábado y domingo, en los Jardines de la Atalaya y dentro del prestigioso ciclo Noches de Bohemia. Allí, los aficionados al blues podrán disfrutar el primer día de la francesa de la Isla de Reunión Morgane Ji y de la banda española Lolo Ortega Band. La segunda noche, la haitiana Moonlight Benjamin encabezará la velada con su voodoo blues, y la acompañarán Suso Díaz & The Appaloosas.

Así que a una mala noticia, la del doloroso exilio de San Fernando, le sigue otra buena: la del amable refugio en Jerez. Hace ya unos años también tuvimos que decir adiós a La Isla y buscar asilo en Cádiz hasta que otro ayuntamiento, el anterior al actual, nos volvió a acoger en nuestra tierra. Es la segunda vez que se repite tan desagradable experiencia".