Foto: Antonio Quintero.

Desde que comenzara el Estado de Alarma por el COVID-19, la Hermandad Divina Pastora, al igual que todas las cofradías isleñas, tuvo que paralizar su vida diaria así como suspender todas las actividades previstas del calendario anual.

A lo largo de estos meses han sido muchas las vidas que se ha cobrado esta enfermedad. En San Fernando, en el Barrio y en la Hermandad isleña donde han vivido con tristeza la pérdida de personas muy queridas y allegadas.

"Pero a pesar del levantamiento del Estado de Alarma y la vuelta a la 'nueva normalidad', desde el Gobierno de España y desde nuestra Comunidad Autónoma, nos piden prudencia a la hora de realizar determinados actos que puedan concentrar aglomeraciones con el consiguiente riesgo de contagios o repunte de la enfermedad".

La salida procesional de su Titular, guardar la distancia o evitar aglomeraciones es imposible de garantizar, por lo que la Junta de Gobierno, siguiendo las recomendaciones de las normativas civiles, siendo consciente de la situación que está viviendo la ciudad, pensando en las personas y en su salud y una vez comunicado a su Director Espiritual, ha decidido en sesión de Junta celebrada ayer, día 1 de julio, tomar la decisión de suspender el Rosario de antorchas del día 14 y la procesión de Gloria y Alabanzas de la Divina Pastora por las calles de San Fernando del 15 de agosto.

"Sin embargo, a pesar de esta situación, vamos a poder vivir (D.m) un nuevo 15 de agosto aunque sea de manera distinta a cómo lo hacemos cada año. Celebraremos el Triduo y la Función a la Divina Pastora, en unos momentos difíciles que es cuando más unidos debemos estar y concienciarnos de la necesidad de su mediación para que esta pandemia acabe cuanto antes".

La Hermandad comunicará a hermanos y medios las modificaciones tanto en la estructura como en el desarrollo de los Cultos que celebraremos en Honor y Gloria de nuestra bendita Titular.