El isleño Sergio de la Herrán Ruiz-Mateos ha sido clasificado como finalista en la edición 2019 del Certamen Arquímedes, organizado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades.

Certamen que tiene como objetivo fomentar la investigación científica premiando los mejores trabajos de investigación en distintas áreas del conocimiento llevados a cabo por alumnos de universidades españolas.

La final se celebrará los próximos días 27, 28 y 29 de noviembre en el mismo Ministerio. Una vez allí, el cañaílla tendrá que realizar una exposición pública del proyecto de investigación emprendido y que lleva por título “Beneficios penológicos para los delincuentes de cuello blanco: el tratamiento jurisprudencial de la atenuante de reparación del daño”.

Sergio de la Herrán es el único clasificado de la Universidad de Cádiz. Universidad en la que se graduó en Derecho con premio extraordinario y es alumno del Máster oficial de Abogacía. Además, este año ha accedido a su Escuela de Doctorado en Derecho.

Además fue colaborador de este periódico y asegura volver a hacerlo en cuanto le sea posible. Este medio no ha querido dejar pasar esta oportunidad para dar a conocer su talento.

"Me presenté a este concurso de forma intencionada. Yo comencé muy pronto, recién iniciado segundo de carrera, a colaborar en el área de Derecho penal de la Universidad de Cádiz, y tuve la suerte de que mi directora, María Acale, Catedrática de Derecho penal, me introdujera pronto en el mundo de la investigación. Fue en una reunión cuando informó que anualmente se convocaba este Certamen y, me di cuenta de la repercusión que podría tener para el inicio de mi carrera académica. Así que decidí presentarme y desarrollar una investigación sobre Derecho penal económico, que es uno de los temas que más me apasionan. De hecho, el proyecto surgió después de una conversación con mi directora, en la que hablábamos sobre las facilidades que tienen los grandes delincuentes económicos para eludir su entrada en prisión o, al menos, para obtener grandes reducciones en las penas. Entonces, acordamos investigar sobre este tema, que fructificó en este proyecto. Sin duda, la profesora Acale ha sido la persona que hizo que yo comenzara este idilio con el Derecho penal, disciplina que hoy reconozco como mi vocación y que considero el mayor regalo que alguien puede recibir en su vida profesional”. Declara el isleño a este periódico.

“Para mí haber realizado este estudio y llegar a la final ya me ha reportado muchos beneficios. Fundamentalmente aprendizaje, que por otro lado es el objetivo capital y al que se aspira en cualquier investigación. He comprobado, por ejemplo en el despacho de abogados donde hago las prácticas, que son conocimientos que he podido extrapolar a la práctica. En cualquier caso, no puedo ocultar mi felicidad. Este certamen tiene bastante prestigio científico y supone un paso importante en el inicio de la carrera académica. Este año comienzo el doctorado y de cara a la consecución de mi tesis doctoral puede ser un impulso crucial. Intentaré afrontar la final como me han enseñado en mi Universidad: con serenidad, cientificidad y humildad”. Manifiesta orgulloso Sergio de la Herrán.