Remates en la finca de la 'Huerta de la Compañía'.

Colectivos culturales muestran su preocupación por el grado de compatibilidad entre la conservación de este Patrimonio y la futura ciudad deportiva.

Hace unos días se hizo pública la noticia de un proyecto de cesión, por parte del gobierno popular, de “una parcela de la Huerta de la Compañía” -también conocida como ‘del Obispo’- al San Fernando CD para la construcción de su ciudad deportiva.

Loaiza aclaró que “este asunto ya está acordado con la directiva del club isleño para que hagan por fin realidad el proyecto que persiguen desde hace años”. En efecto, tanto el club azulino como sus múltiples seguidores mantienen la reivindicación histórica de contar con “un verdadero campo de fútbol”, puesto que el Iberoamericano de Bahía Sur, consideran, “es de atletismo” y tiene el hándicap de una distancia excesiva entre las gradas y el césped.

El regidor aplaude esta idea por posibilitar “un desahogo al resto de campos municipales e incrementar el número de instalaciones deportivas de la ciudad”, lo cual, sin duda, ampliará la oferta existente hasta el momento en la localidad.

Arquerías del patio central.

Tal noticia, recibida con entusiasmo por la afición del San Fernando CD, ha hecho saltar, no obstante, la alarma, entre diversos colectivos isleños que son conscientes de la riqueza patrimonial concentrada en la referida ‘Huerta de la Compañía’, preguntándose si, al contrario de lo que ocurrió con el yacimiento neolítico ‘Campo de Hockey’, Historia y Deporte podrán esta vez ir cogidos de la mano sin pisarse el uno al otro. Son conscientes que, de lo contrario, no sólo perderían para siempre otro pedazo de su Historia, sino también la oportunidad de rentabilizarla como atractivo turístico en La Isla. Zona que, a pesar de su nula explotación en este sentido, está considerada como de gran interés arqueológico en el sur peninsular.

Y es que, en efecto, quien consulte la Carta Arqueológica Municipal editada por la Consejería de Cultura en 2005, podrá observar que dicha parcela aparece catalogada como yacimiento dentro de la zona  1, el principal núcleo de poblamiento isleño en la Antigüedad coincidente con las áreas central y meridional de La Isla, y bajo un nivel 4 de protección, ‘por lo que la ejecución de obras podría suponer la pérdida o destrucción de bienes muebles o inmuebles pertenecientes al Patrimonio Histórico no evaluados a día de hoy’.

Arcos y dinteles.

Esto obliga a la realización de un informe arqueológico que determine el índice de riesgo de destrucción, así como las medidas correctoras a aplicar, y, en caso positivo, una intervención previa consistente en un control arqueológico de movimientos de tierra. La normativa indica asimismo y pese a las generalidades, que ‘este nivel se aplicará a todos aquellos yacimientos arqueológicos catalogados cuyo porcentaje de destrucción sea superior al 50% e inferior al 75% de su superficie conocida’. El descubrimiento de nuevas estructuras y su nivel de conservación permitirían, no obstante, variar tal grado de protección  a propuesta de la Consejería de Cultura.

En la base de datos de Patrimonio Inmueble de Andalucía -IAPH- es descrita como “pequeño enclave que no parece constituir un asentamiento permanente”, destacando restos de industria lítica que indican la existencia de una población con una base importante de su sustento en los antiguos sistemas de los cazadores-recolectores. Además de posible núcleo romano altoimperial, la parcela cuenta también con las ruinas, aún visibles, de un complejo de recreo levantado a principios del siglo XVIII por la sección gaditana de la Compañía de Jesús (‘Jesuitas’).

Dichos colectivos permanecen expectantes al caso con la prudencia a la que obligan las circunstancias, pero también con la tranquilidad de que en las entrevistas sobre Patrimonio que esta redacción publicó antes de las elecciones, todos los candidatos se manifestaban conscientes de su importancia y, sobre todo, dispuestos a contar con la opinión de la ciudadanía y la de los muchos profesionales que en ella se integran.