Ya vienen los Reyes Magos, ya vienen, olé olé Holanda... Yo quisiera saber desde que erá chico que tienen que ver los Países Bajos en todo esto. Que yo sepa ni había tulipanes en Palestina ni Johan Cruyff jugó nunca allí contra el Recreativo de Belén. Pero es cantarlo y le entra a todo el mundo una alegría con Holanda que no es capaz de estropearla ni Louis Van Gaal.

Pero esto de la navidad desde un tiempo a esta parte se ha salido de madre. Cuando éramos pequeños la navidad no empezaba como tal hasta que, camino del colegio, el día 22 de diciembre se escuchaba por los transistores el soniquete de los niños de San Idelfonso dando sus premios en las añoradas pesetas, que además para encajarla en la música pegan más que los euros.

Desde hace un mes ya están puestas las luces y los “Prycas” tienen encendidas las luces y puesta la decoración. Las secciones de juguetes a reventar y la gente como locas comprando flores de pascua que además por muchos consejos que te den... en febrero están muertas “picha”.

Parece que hay mucha bulla en inaugurar nacimientos, ahora -no se donde ha salido eso- hay que abrirlos el 8 de diciembre y además para “quedar bien” hay que dar una “zambombá” y darle fuerte con un tenedor a la botella de anís el Mono. Recuerdo que antiguamente sólo el Huerto y la Vera-Cruz en la Caja de Ahorros de Cádiz lo montaban. Con su gran trabajo y su “picú” con el disco de villancicos de Manolo Escobar.

Pero en lo doméstico, la navidad también empezaba cuando tu padre sacaba del desván la caja de cartón con las cosas del Bélen. Una caja en la que a lo largo de los años se habían ido reuniendo pastores, ovejas y “figuritas” de distintos tamaños y fabricantes que hacían que el Portal de tu casa tuviera más ambiente que cuando enterraron a “Bigote”.

Ya tu padre había comprado papel de embalar para las montañas, pedido al almacenero “aserrín” para el suelo y bolitas de corcho a “Gayro” para la nevada; nevada que convivía con una “jartá” de “notas” pescando, llevando rebaños y haciendo “vienas” a las doce de la noche y con la que está cayendo... El papel Albal servía de improvisado río en el que había mas capturas que en el caladero marroquí y ya el que tenía más maña pues ponía unas casitas hechas de cartón de caja de zapatos de Cabrera y las pintaba con tempera del Bazar Inglés.

Pero lo mejor del nacimiento de tu casa era que los tres Reyes Magos se movían, entre tu padre y tu sus majestades eran movidos e iban avanzando por lo alto de la mesa del aparador hasta llegar a su destino en el Portal el día 6 de Enero.

La tele ponía “dibujitos” por las mañanas, la nochebuena era familiar y no salía “ná” más que el Papa en el UHF – lo de la 2 fue más tarde – En fin de año no faltaba nunca ni Georgie Dann, ni Martes y Trece y, con la democracia... el pendiente de Lola Flores, Los Morancos haciendo de americanos por primera vez, el “tragantón” con las uvas entre el chufleo de tu padre y Marisa Naranjo... y como no, la Teta fuera de Sabrina... Boys, Boys, Boys...

Ahora nos dedicamos a adorar a Papa Noel, a consumir sin medida y a llenar los balcones de “notas” colgando comprados en los Chinos...

Pero a pesar de todo... la gente es “güena joé”  Feliz Navidad a todos