En torno a un centenar de placas conmemoran el siglo XX en La Isla de San Fernando
Las más antiguas datan de las últimas décadas de la centuria decimonónica.
Unas conmemoran a personajes ilustres, otras, a entidades y asociaciones, las hay también que se colocaron para recordar efemérides o aniversarios. La mayorÃa es de piedra y luce sobre viejas paredes isleñas, o bien, frente a monumentos independientes a éstas. A veces se ha optado por el metal y, últimamente, se estilan los azulejos, a imagen y semejanza de los mosaicos cofrades.
En torno a un centenar de placas conmemorativas pueden contabilizarse a lo largo de un completo paseo por el centro de la ciudad, ya que la mayorÃa se concentra en la zona histórica -iglesias, sitios constitucionales, casas donde nacieron isleños ilustres-. Un mundo tan 'de diario' como desconocido en esta ciudad que de pronto inaugura una placa y aún antes se olvida de ella, y asÃ, a un amplio abanico de personajes fundamentales en el devenir de La Isla abarcando desde altos cargos de La Marina, hasta cofradÃas, pasando por escritores, artistas y cantaores flamencos. ¿Quién recuerda hoy a Juan Bautista Lazaga, Cecilio Pujazón o RodrÃguez de Arias?
Es la dedicada a éste último, sin duda, una de las más antiguas que decoran los muros del centro, al final de la calle SantÃstima Trinidad, lindando con la plaza que heredó su nombre y, de paso, el centro de salud que ocupó este espacio, antaño conocido como 'plaza de Viñuelas'. Hijo Preclaro de la ciudad, RodrÃguez de Arias fue un ilustre General de La Armada, Ministro de Marina, nacido en dicha casa el 2 de mayo de 1823. El pueblo de San Fernando, amante entusiasta de las glorias patrias, tributa este homenaje de gratutud, según reza el bloque, perfectamente conservado sobre la fachada, e impuesto en su dÃa a iniciativa de la Junta Popular de Defensa en atención a los servicios practicados para los intereses del paÃs, de la marina y de sus arsenales. Entre otros méritos, a RodrÃguez de Arias se le reconoce haber cooperado para que la Marina cediera al municipio los terrenos de la actual Glorieta, luchar contra el despido de operarios de La Carraca y evitar el traslado a Cádiz de la CapitanÃa General:
Al comenzar el siglo y en esta casa, se escribieron las 'cartas marÃtimas' por Manuel RodrÃguez MartÃn, que hizo famoso el seudónimo de Ortiz del Barco. Al cumplirse el cincuentenario de tan celebrada publicación, el CÃrculo de Artes y Oficios de San Fernando, del que fue fundador, dedica este recuerdo a la memoria de tan ilustre escritor.
Es otro de los textos que pueden contemplarse, en este caso, a lo largo de la calle Maestro Portela o 'Ancha' como popularmente se la conoce, en recuerdo de este escritor nacido en Motril (Granada) en 1859, pero fallecido y residente gran parte de su vida en La Isla, donde desarrolló la mayorÃa de sus trabajos de investigación y escritura creativa. Llegó a ser una verdadera autoridad en estas materias, asà como en el campo cientÃfico-jurÃdico-militar, recibiendo los elogios de infinidad de eminencias de su tiempo.
Es curioso, sin embargo, que la inmensa mayorÃa de estas piezas (en torno al 75%) daten de los últimas tres décadas, incentivándose, especialmente, a raÃz del aniversario de los hitos constitucionales. Tanto el Real Teatro de Las Cortes -con cuatro placas pertenecientes a distintos momentos históricos- como el Puente Zuazo presentan esta 'condecoración'. Una de las menos conocidas es, en cambio, la que luce el denominado 'Campo de la Constitución', o lo que viene a ser igual, el Parque del Barrero. Aquà se procedió a la Jura de la Constitución de la MonarquÃa Española el 29 de marzo de 1812 con asistencia de las tropas aliadas en aquel momento, inglesas y portuguesas, por lo que se procedió, doscientos años más tarde, a perpetuar Las Cortes de un modo indeleble hasta la más remota posteridad de memoria del lugar en el que se realizaron tan gloriosas, tiernas e interesantes escenas.
Son solo breves pinceladas de las muchas huellas que el cañaÃlla ha ido depositando en los recovecos de su ciudad, que en ocasiones potencian ese sentimiento de orgullo, en otras, arrepentimiento, y, en la mayorÃa de los casos, curiosidad ante el desconocimiento.
Interesante artÃculo... Comencé el 24 de agosto del 2012 a recopilar en un blog (http://unaisladeplacas.blogspot.com.es) las placas que pueblan las calles de San Fernando; materializando asà una inquietud surgida varios años antes...
Como escribà en esa primera entrada: "La historia de cualquier pueblo es la historia de sus gentes, de sus personajes, de sus hechos y sus acontecimientos"... Y asà lo sigo creyendo: la historia (ó al menos, parte de ella...) de un pueblo se puede escribir haciendo un recorrido por sus placas. Personajes, hechos, sitios,... todo se refleja en ellas.
Gratifica, pues, leer un artÃculo como éste, que muestra muy bien cómo "pinceladas" de la historia de La Isla, la Real Isla de León, no lo olvidemos, se exponen a la vista de todos; aunque, probablemente, haya pasado casi desapercibida... Hasta ahora...