Un 'choque' sonoro con la procesión del Corpus aguó aún más la jornada dominical de la Feria del Libro
La tercera jornada de la Feria del Libro isleña tuvo lugar ayer, como siempre, en la Alameda, pero a diferencia de sus predecesoras no fue todo lo bien que cabía esperar.
En primer lugar fueron las inclemencias del tiempo las que complicaron una tarde que se auguraba especial. Especial por reunir a un heterogéneo plantel de escritores que abordarían un tema tan interesante -sobre todo para la juventud- como es la novela negra y de terror. Fran Chaparro (‘Historias de la Niebla’), Juan González Mesa (‘Gente Muerta’) y el coordinador de la antología de relatos ‘Demonalia’, Enrique Montiel de Arnáiz, entre otros, se unieron así en una nueva mesa redonda en la que las fuertes lluvias no fueron, sin embargo, su mayor contratiempo.
Da la casualidad de que el domingo siguiente a la procesión del ‘Corpus Christi’ de la Iglesia Mayor, realiza su recorrido procesional un segundo cortejo sacramental desde la Parroquia de San Francisco. La mala fortuna -o un fallo en la coordinación por parte de la administración local- hizo que este ‘Corpus’ franciscano transitara por la Alameda Moreno de Guerra, de vuelta al templo, justo cuando los escritores invitados a la tertulia debatían sobre el género que trabajan frente a un nutrido grupo de personas.
Incluso llegó a haber algún momento de tensión cuando las marchas procesionales se solaparon con el discurso de los integrantes de la mesa. Éstos, a su vez, se vieron obligados a alzar la voz para hacerse entender, por lo que también hubo protestas entre quienes seguían al paso de la custodia.
No fueron los únicos contratiempos que se vivieron durante la tarde. Un error en el horario comunicado a través de uno de los carteles anunciadores hizo que parte de los invitados se personaran allí media hora antes de lo estipulado (a las 19:30 horas). De igual modo se planteó el problema de que el stand de la editorial responsable de algunas de las publicaciones ayer presentadas no abriera sus puertas por la tarde, lo cual obligó a sus escritores a actuar con rapidez para impedir que los allí presentes no se marcharan sin su dedicatoria.
Eso sí, si algo no han faltado desde ayer son las muestras de apoyo hacia la organizadora de la Feria del Libro, Gema Tacón, dado el impulso que ha conferido a esta efemérides, por vocación y de manera altruista.







