Publicado el: Jue, 20 Mar, 2014
~Archivo de opinión

La infancia en Guerra

APTOPIX MIDEAST ISRAEL PALESTINIANS DAILY LIFEPara cualquier persona, una guerra siempre va a ser una de las peores experiencias que se pueden vivir. Los recuerdos siempre acompañan incluso años después de finalizar: el miedo que se siente cuando no sabes si tu vida está en peligro, el horror por todas partes, la sensación constante de que el mundo se derrumba y tú estás justo debajo. Incluso desde la distancia, la guerra es una experiencia en extremo dolorosa para cualquiera. Ves las noticias y entrecierras los ojos, intentando no pensar en ello demasiado. Y sobre todo los niños. Esos niños con las caras grises, sin padres, heridos, refugiados. Y, por supuesto, el calificativo más triste de todos: inocentes. Los niños nada saben de ideales, de grandes causas o de cruzadas. Son inocentes en el más puro sentido del término. Son, de todos, los que más lástima y compasión nos merecen. Sin embargo, ¿sabemos lo que ellos sienten en una guerra?

Quizás cuando los miramos vemos a adultos pequeños con los mismos temores y con la misma conciencia de lo que está sucediendo que la que podría tener un adulto. O simplemente un chico más mayor. No obstante, los más pequeños no entienden realmente lo que una guerra significa. Un niño pequeño ve en una guerra un cambio importante en su rutina y no llega a comprender del todo por qué se ha producido. Contempla imágenes que nos dejarían a cualquiera sin habla sin saber muy bien lo que está mirando. Y son testigos y víctimas de las barbaries más espantosas sin conocer el trasfondo que hay en ellas. Y por eso, a pesar de la anestesia que la ignorancia otorga, el trauma posterior es mucho mayor. ¿Por qué? Porque el recuerdo de lo vivido no desaparece. Y cuando crece, aprende, madura y llega a entender todo lo que pasó, es capaz de rescatar escenas durísimas inundadas tanto de la confusión, el sufrimiento y la impotencia de la niñez como de la rabia, el miedo e incluso el odio de la madurez. En el momento en el que ese choque se produce, la persona queda marcada para el resto de su vida.

Tal vez por eso los niños son los que más vulnerables nos parecen: porque somos capaces de ver tras ellos a la persona a la que la guerra va a torturar para siempre. Atisbamos un ápice del dolor que todo lo que ahora guardan sus ojos para su memoria va a producir. Lo vemos acumular sentimientos de desolación y tristeza que no es capaz de comprender y adivinamos la explosión que van a causarle en cuanto tenga cinco años más. Y deseamos que el resto de sus vidas sean felices para que al menos solo tengan que lidiar con un único aunque enorme problema. Por eso es tan triste. Quien tenga treinta años cuando la guerra estalle tendrá treinta años de recuerdos que no están marcados por la guerra. Quien tenga seis años… no tendrá en su haber casi ningún momento que la guerra no haya tocado de una forma u otra. Y su propia persona estará condicionada por lo sucedido.

Las guerras hacen que los niños dejen de ser niños antes de lo que les toca. Las guerras hacen que los niños se conviertan en adultos con miedo, que odian, que quieren venganza por la vida que se les destrozó cuando apenas había empezado. Las guerras hacen que los niños criados en ellas solo sepan jugar a matar. Las guerras convierten a los niños en futuros milicianos de cualquier causa que suene justa en boca de un embaucador. Las guerras gestan soldados para futuras guerras. Y contra eso, ¿qué se puede hacer?

Siendo realistas poco. Demasiado poco. Si acaso sacarlos del lugar lo más pronto posible. Protegerlos, no solo físicamente sino también psicológicamente. Pero apenas conseguiríamos nada. Seguirían separados de sus familias, viendo a sus padres morir, sintiendo desaparecer lo que se suponía que tenía que ser su vida.

¿Y siendo idealistas? Fácil. Dejar de luchar. Detener toda guerra. No comenzar ninguna más. Pero claro, ¿quién va a ser el primero en tirar las armas?

Sobre el autor

- Aspirante a estudiante de Medicina. Aficionada a las letras y a la política. Intento cuestionar todo lo que ya se da por hecho en la sociedad.

Deja tu opinión

XHTML: Puedes usar las siguientes etiquetas HTML: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>