La labor social de las cofradÃas
La labor social de las hermandades ha sido cuestionada a lo largo de la historia. Aunque el fin de una cofradÃa –asà lo disponen sus estatutos- es la celebración del culto, no son pocas las voces que reclaman la labor social y caritativa, al tiempo que se habla de una nueva evangelización.
Sin embargo, son varias las circunstancias a tener en cuenta, porque las hermandades no cuentan con todo a favor para llevar a cabo la labor social. Son vÃctimas de la crisis económica, como todos los españoles, menos los polÃticos y ricos empresarios. Son vÃctimas de una recaudación impropia por parte de los ayuntamientos y por parte incluso del Obispado, porque no se tiene en cuenta sólo su labor social, sino que si organizan un acto benéfico o solidario para recaudar fondos, que van en beneficio de la comunidad, se les cobra la ocupación del suelo público, cuando no otras tasas. Y por parte del Obispado, se le exige el mÃnimo y más, y encima lo que ya se conoce como el impuesto por acometer grandes proyectos que además de incrementar el patrimonio de una hermandad, supone también cuando no crear empleo, sà mantenerlo. Ahà están las condiciones para una coronación canónica o lo que se le exige a algunas hermandades por estrenar un paso o un palio. El final es siempre pasar por caja.
Teniendo en cuenta que las hermandades están dirigidas por cofrades que sacrifican su tiempo libre. El mismo que podÃan estar dedicando a cosas en beneficio propio. Surge la duda de si realmente los munÃcipes y diocesanos son conscientes de la labor que desarrollan los cofrades, en un tiempo donde resulta más necesario que nunca la tarea social y caritativa que desarrollan, si bien el cobro de tasas e impuestos-considerense imposiciones- desanima el trabajo altruista de los dirigentes y hermanos.
Mientras la sociedad se fija solo en los estrenos o en el incremento patrimonial, nadie habla de las campañas de recogida de alimentos, de la presencia de cofrades en Cáritas o de la ayuda que ofrecen las hermandades, cuando no aportan un acto cultural a la sociedad isleña cuando no hay otro acto que se pueda ofrecer a la sociedad.
Las cofradÃas están presentes en la vida social de San Fernando a lo largo de todo el año, no sólo en Semana Santa, y desde luego, no se están dando las circunstancias para que la actividad de las mismas prolifere. Es más, están quitando las ganas a los que trabajan en favor de los demás, de la sociedad isleña y en definitiva, de San Fernando.







