Publicado el: Jue, 10 Oct, 2013
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Los nevus o “lunares”. Signos de alarma.

Nevus¿Qué es un nevus o “lunar”?

Se denomina nevus a una lesión circunscrita del desarrollo de un tejido. Es un concepto genérico que precisa un apellido para poder reconocer su origen. Los nevus melanocíticos son tumores pigmentarios benignos, es decir,  proliferaciones benignas de melanocitos que forman parte de la piel normal y que de forma habitual se llaman lunares.

La sensibilización actual que existe en la población general a los efectos de las radiaciones solares, unida a la elevada frecuencia con que se presentan los llamados "lunares" (en España casi todos los individuos en la 4ª década de la vida poseen unos 25), hacen que el médico de atención primaria sea consultado con una alta frecuencia respecto a las lesiones melanocíticas.

 

¿Cómo se clasifican los nevus?

Existen tres tipos: nevus melanocíticos comunes, nevus melanocíticos displásicos y nevus melanocíticos congénitos.

Los nevus melanocíticos comunes son lesiones adquiridas, redondeadas, pigmentadas o no, de pocos milímetros de diámetro, que pueden localizarse en cualquier lugar del cuerpo.

Los nevus atípicos, nevus displásicos o nevus de Clark son los que confieren a los enfermos afectos de un riesgo superior al de la población normal de desarrollar un melanoma, tumor maligno de origen melanocítico.

El tercer grupo lo constituyen los nevus congénitos, que son aquellos que están presentes en el momento de nacimiento como una lesión pigmentada que generalmente es de color claro haciéndose más parduzca con el tiempo. Su tratamiento quirúrgico profiláctico debe ser individualizado en función de la sospecha clínica de melanoma y de las consecuencias estéticas y funcionales, ya que muchos autores consideran que podrían tener un riesgo de malignización significativo a partir de la segunda década de vida, por lo que recomiendan la vigilancia periódica durante la infancia y la exéresis profiláctica en la pubertad.

 

¿Cuáles son los signos de sospecha de atipia o melanoma en las lesiones melanocíticas?

La malignización en los nevus adquiridos comunes es excepcional. Por tanto la diferenciación entre las lesiones adquiridas y congénitas y la identificación de los nevus displásicos y los melanomas en sus fases iniciales es fundamental. Pueden existir dificultades para valorar en un momento dado estas lesiones. Por ello se han intentado definir rasgos clínicos que orientan hacia la vigilancia, derivación o extirpación de una lesión melanocítica. La regla más conocida es la llamada del abecedario, A-B-C-D-E.

A: asimetría de los bordes
B: bordes mal definidos, irregulares y asimétricos.

C: color cambiante, con tonos oscuros y rojizos en la misma lesión.

D: diámetro mayor de 6 mm.

E: elevación de la superficie.

Existen, además,  otros signos de alarma ante los que debe plantearse una actuación inmediata, extirpando la lesión sin traumatizarla, de modo que nos permita realizar un estudio histológico seriado y que son los siguientes:

  • Presencia de exudación, ulceración y/o hemorragia.
  • Picor o dolor.
  • Presencia de adenopatías regionales.

 

¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar nevus y melanomas?

A parte de estos signos de sospecha o de alarma que podemos valorar en cada lesión en particular, hay unas condiciones generales del individuo, en muchos casos determinadas genéticamente, que hacen a unos sujetos ser más susceptibles de desarrollo de melanoma. Estos factores de riesgo para desarrollar nevus y melanomas son los siguientes:

  • Exposición intensa y discontinua a radiación ultravioleta.
  • Historia familiar o personal de melanoma maligno.
  • Síndrome de nevus displásico.
  • Piel, cabellos y ojos claros.
  • Fácil tendencia a quemadura y dificultad para la pigmentación.
  • Quemaduras solares ampollosas y dolorosas especialmente en la infancia.

 

Conclusión

Es de utilidad que existan unas directrices generales para el manejo de estas lesiones, pero debemos individualizar cada caso en relación con el riesgo que presenten, ya que en muchos casos un tratamiento innecesario puede conllevar deformidades estéticas o funcionales de gran importancia.

Y, sobre todo, mucha precaución con el sol.

 

Sobre el autor

- Médico Especialista en MFYC. Médico especialista en Pediatría y en Medicina de Familia.

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