Publicado el: Vie, 3 Ago, 2012
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Chinos, Recortes y Chicucos

Con esta crisis que estamos pasando, porque la estamos pasando nosotros no los que ordenan y aplican recortes, parece que sólo les va bien a los comerciantes del Celeste Imperio. A estos Orientales les da igual quien sea “Lajoy” y que el ministro “Montolo” -que es Clavaíto al Señor Burns de los Simpsons- les suba el IVA, a ellos les va bien “siemple”. 

Pues bien, estos Hijos de la “Glan” China no se han inventado nada, ni sistema de producción, ni originalidad en las ventas, ni horarios flexibles, ni “ná”. Hace más de un siglo que desde la Montaña y Galicia llegaron unos señores sobre todo a Cádiz y a la Isla que se hicieron en pocos años con el comercio local. 

Estos señores ya dormían en la trastienda de los Ultramarinos y a veces apiñados con los sacos de papas como colchón, aún me acuerdo de Paco el de la Bahía con  las lagañas pegás y el cuchillo jamonero en la mano. De Paco se decía que cuando se le encontró muerto tenía las latas vacías de Melocotones en  Almíbar llenas de billetes de mil pesetas, no gastaba ni en hablar. Lo recuerdo apoyado en las vallas de publicidad de la Mallorquina  mirando el tráfico. Mi padre le preguntó ¿qué haces? Y le espetó “no gastar”; así que también se inventaron el ahorro brutal ya que comían de la tienda y no salían... como ahora los Chinos. 

Ya los de la Montaña no cerraban en todo el día y parte de la noche, Arsenio creo no se quitaba la Boina ni pá dormir. Y Ambrosio abría hasta en Viernes Santo que era vigilia. Los Chicucos, la ley no lo permitía, siempre estaban con  la hoja de la puerta medio echada o por la casapuerta de al lado abiertos. No exisitían las fiestas y tomaban la función de servicio de guardia porque siempre a alguno se le acaba la Casera de Celis o el Valdepeñas o tu madre se quedaba sin vino de guisar. 

Trajeron de aquellas tierras un método de trabajo Stajanovista que estos orientales han copiado, para Eduardo no existía la siesta y cortaba jamón hasta soñando.  Y desde Pepe el de la Habana hasta Samuel trajeron un sistema económico jamás visto: las cuentas... “Apuntáme el octavo de garbanzos”... Y también vendían de todo, desde palos de fregona hasta flash golosina – d´a pejeta- desde manteca colorá en lebrillo al DDT o lo mismo traían arencones que te vendían castañas para el Cerro. 

Un sabio Pepe Manteca decía que estos triunfaron porque el de Cádiz tenía veinte duros y estaba loco por gastarlo, los de la montaña no, lo ahorraban. Por eso demoles a cada uno su sitio y no rajemos ni alabemos a los Chinos que al fin y al cabo, esto hace mucho tiempo que estaba inventado.

 

 

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