Publicado el: Jue, 21 Feb, 2013
Al Liquindoi

Las consecuencias del Carnaval y sus complementos

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El Carnaval acostumbra a llenar el suelo de papelillos y serpentinas. Acostumbraba a golpes de martillo, y ahora parece que hay que acostumbrarse a pintadas con espray de pintura que terminan en la pared del Ayuntamiento, en viviendas y hasta en el monumento al vendedor de mariscos de la Plaza del Rey, realizado en bronce.

Lo peor de lo que todo peatón puede ver es que los padres, en muchas ocasiones, lo permiten e incluso lo ven como algo propio de la fiesta.

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