Azulejo de Santa Elena, obra de Antonio Linares.

El mismo ha sido realizado por Antonio Linares en los talleres de Villamartín. La titular estrenó también una saya bordada por Dolores González Fuentes bajo diseño de Juan Guerrero.

El azulejo luce desde el sábado en una fachada de la calle Sánchez Cerquero.

Antonio Linares es fiel a la técnica clásica de óxidos metálicos sobre esmalte crudo. "Su resultado es puramente artesanal porque resalta las pinceladas", explicó en una completa entrevista concedida a este medio. Eso sí, es más compleja que toma como base el esmalte cocido ya que "al ser absorbente no admite rectificación". Algo que le ha llevado no solo a realizar un gran número de representaciones de las imágenes más devotas de La Isla sino también a estar considerado entre los ceramistas más prestigiosos que han trabajado para esta ciudad. Suyos son, por ejemplo, el retablo de Afligidos que hay junto a la parroquia del Santo Cristo, el de la coronación de Gracia y Esperanza -en la fachada de La Pastora- o el de Jesús Nazareno confeccionado con motivo de la concesión del título de Regidor Perpetuo, en Ancha. Muy cerca de otro de la cotitular de esta hermandad -la Virgen de los Dolores- bendecido hace escasos meses y el más reciente de todos, hasta la presentación del nuevo azulejo de Santa Elena.

La titular de esta joven corporación franciscana de gloria cumplió con el itinerario previsto durante la tarde, acompañada por representantes de las hermandades del Nazareno, Desamparados y Expiración -las dos últimas, compañeras de sede canónica-, así como por el Consejo de HH. y CC. y el pregonero de este año, Manuel Ángel Cano. Sin obviar, por supuesto a los propios hermanos que la arropan cada tercer sábado de mayo, en este caso, a los sones de las marchas entonadas por la banda de Jesús Nazareno.