Durante el partido.

El segundo tiempo salva la diferencia que el equipo isleño había logrado al inicio del partido.

El Pérez Ureña parecía un paraíso comparado con los nubarrones que asolaron el domingo al Iberoamericano, especialmente por el centenar de seguidores que acompañaban al San Fernando, de rosa en respeto a las pacientes de cáncer de mama.

Los azulinos comenzaron fuerte con un disparo de Gabi que se estrelló contra un defensa, ya en el minuto 2. El Conil intentó responder durante los 10 siguientes pero el equipo isleño continuaba llevando la delantera. Así lo demostró Dani Martínez, poniendo a prueba al portero que atrapó en dos tiempos. Fue precisamente un lanzamiento de Martínz el que Pablo Vázquez cabeceó sin éxito, por el momento, continuaba el empate a cero.

El portero del Conil siguió sufriendo hacia el minuto 20, con la doble oportunidad de Tati que sin embargo no logró variar el marcador. Mejías hizo lo propio contra Zamora en el 23, pero tampoco introdujo el balón. Fue entonces cuando llegó, cabezazo de Herrero al fondo de la red en el 33 aprovechando un balón en el área pequeña. La contraofensiva del Conil no pasó desapercibida, especialmente por Mejías que se acercaba peligrosamente pero sin atinar lo suficiente... de momento.

Narváez lo intentó con un balón que sobrepasó el larguero, tampoco Mawi pudo con el potencial de Zamora, que llevaba ya varias paradas, como la que bloqueó el zapatazo de Albertito minutos más tarde. Pero antes, ausencia de rematador para la jugada de Ceballos -gran acción por banda- y una nueva oportunidad perdida por Maldonado y Pablo en el 66. Entonces llegó el inevitable empate, por Cornejo, de penalti.

Aunque el partido se animó con la entrada de Ñoño, sólo el manotazo providencial de Zamora libró a los azulinos del segundo, del pie de un Mejías entregado a la causa, y con la tranquilidad que los resultados no fueran a peor. Un punto para casa.