Cinco años compartiendo fotos históricas
La administradora del primer grupo virtual de imágenes antiguas de San Fernando explica cómo se gestó la idea.
Que en La Isla siempre han existido grandes fotógrafos, es indiscutible. Aunque no es algo nuevo, ni mucho menos. Ahí está la familia Quijano, cuyas muchas generaciones han sabido perpetuar una imagen de la ciudad que ya no existe, al menos, gran parte de ella.
Cuando no había Internet, los especialistas -o aquellos interesados en el tema- recurrían a los museos, archivos y bibliotecas. Con mucha suerte tenían algún amigo coleccionista, aficionado a la fotografía, que como oro en paño guardaba algunos ejemplares en caja de lata.
Pero todo eso cambió con el nuevo milenio. El ‘boom’ digital hizo que las redes sociales comenzaran a proliferar en todos los rincones del planeta, y la información antes destinada a unos pocos, ahora comenzó a ser patrimonio de todos. Con sus ‘pros’, y también sus ‘contras’. Un hecho que afectó notablemente a la fotografía y, muy pronto, a la fotografía antigua.
¿Cómo no aprovechar esta herramienta para poner en común las instantáneas que cada uno guardaba legadas por sus antepasados, en sus respectivas casas?
Fue curiosamente una menorquina quien tuvo la iniciativa, hace ahora cinco años, de crear un grupo en Facebook a imagen y semejanza del que alguien administraba en su pueblo natal. Un grupo donde, en un primer momento sólo se permitían fotos antiguas de La Isla y que, más tarde, se abrió para acoger muchas otras de Cádiz capital. “Fotos antiguas de San Fernando y Cádiz”, era su nombre -el que sigue teniendo en la actualidad-, y Mandy Sánchez Taura, madre de familia y, por supuesto, amante de la fotografía, su administradora. Una mujer “fascinada por las comparativas entre el antes y el después”, explica.
De aquella primera foto que ella misma compartió allá por enero del 2010 -cuando aún muchos isleños no dominaban esta aplicación-, sólo recuerda que “me llamó la atención su silueta femenina transitando por el Callejón Cróquer”. Desde entonces, sin ningún ánimo de lucro y con mucha, mucha paciencia, son diversas las ‘joyitas’ que han ido apareciendo en el grupo gracias a la colaboración de sus seguidores, que hoy sobrepasan la cifra de 10.000. Porque además de las ya “clásicas” de la familia Quijano y otras aparecidas en la prensa, o en monografías sobre la historia de San Fernando, también las había inéditas. Fotos cuyos dueños habían guardado celosamente hasta el momento, quizás, de tener la facilidad de compartirlas con los demás. Fotos, en algunos casos, sin firma, sin nadie a quien poder citar, y que, precisamente por eso, desprendían más encanto que las demás.
La iniciativa continuó creciendo con un segundo grupo, ya que “Facebook, al principio, no permitía más de 5000 fotografías”, recuerda Mandy, por lo que pronto comenzó a trabajar en un segundo junto a varios colaboradores. El mismo casi ha alcanzado ya a su predecesor, tanto en material, como en seguidores. Explica que “aunque me propuse, mediante un índice, no repetir imágenes, esto acabó siendo imposible dadas las dimensiones que todo iba adquiriendo”.
Hoy, además de estos grupos de fotos antiguas, administra otros dos centrados también en La Isla, pero más enfocados a la actualidad. ‘El ojo crítico isleño’ -con sección propia en este periódico- sirve para denunciar todo aquello que sus usuarios encuentran mal en la ciudad; su contrapartida, ‘San Fernando es más’, contiene información sobre eventos deportivos, galas solidarias, rutas culturales, monumentos y todo lo que en La Isla se puede realizar.








