El Palacio Consistorial de San Fernando es un Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento. Un bello edificio de arquitectura neoclásica que durante el Carnaval ha sido marco incomparable del pregón y la gala del Carnaval 2014. Sin embargo, para muchos más que un marco de interés cultural, es un muro de las lamentaciones donde expandirse a su antojo realizando pintadas con spray.

No ha quedado parte del atrio, en su zona de la balaustrada o arcos de acceso que no haya sido dañada con spray, dejando una imagen penosa de uno de los edificios que forman parte de la Ruta del 10, y aunque cerrado a cal y canto, sigue conservando la categoría de monumento.

No sólo ha sido el Ayuntamiento, también el monumento al vendedor de mariscos, en la Plaza del Rey, ha sido objeto de desaprensivos o inconscientes del daño que hacen al patrimonio público.

El Gobierno Municipal hizo pública una condena relacionada con el Carnaval del año pasado hace escasas fechas, pero ello no ha sido obstáculo para pintadas, en su mayoría realizadas por niños y jóvenes.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de San Fernando condenó con el pago de 132,6 euros a un individuo identificado como J.M.V.O. a que indemnice al Ayuntamiento por haber pintado con spray en la fachada del edificio consistorial.

Los hechos sucedieron el 3 de febrero de 2013 cuando funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía sorprendieron a esta persona, a las 4 de la madrugada, realizando un graffiti con un spray de color negro en la fachada del edificio municipal. Los hechos probados son constitutivos de una falta de daño, según el artículo 625 del Código Penal, más concretamente del deslucimiento de bienes inmuebles. Las pintadas de ahora han sido practicadas a plena luz del día y por la tarde.