Publicado el: Mar, 9 Sep, 2025
Actualidad

Salud Mental España reclama un compromiso social en el Día Mundial de la Prevención del Suicidio

Día Mundial para la Prevención del Suicidio 2025

Como cada 10 de septiembre, en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, renovamos el mensaje según el cual la conducta suicida se puede prevenir. Con ello ponemos en valor el derecho más preciado: el derecho a la vida.

En el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, la Confederación Salud Mental España recuerda que la conducta suicida se puede prevenir y reclama un compromiso social y político firme para afrontar un problema de salud pública que provoca 4000 muertes al año en el país.

Si bien en la última medición se prevé un pequeño repunte a la baja, la cifra de 4000 muertes por suicidio sigue golpeando nuestras conciencias.

La novedad de este año ha sido la aprobación del Plan de Acción para la Prevención del Suicidio 2025-2027, por parte del Ministerio de Sanidad. Una demanda histórica de la Confederación Salud Mental España, y del propio Comité Pro Salud Mental en Primera Persona.

Tras su lectura, compartimos el objetivo de proporcionar una información de calidad que deshaga los prejuicios sobre el suicidio, y ayude a formar un clima social para su abordaje. También compartimos la necesidad de identificar a los colectivos más vulnerables, para intervenir de forma temprana. Y sin olvidar el acompañamiento a familiares y supervivientes.

En esta edición nos gustaría poner el foco en los determinantes sociales que pueden precipitar una ideación suicida. Los seres humanos somos seres sociales, de tal manera que nuestra experiencia mental está fuertemente determinada por los condicionantes sociales.

Si, en su trayectoria, la persona logra cumplir con sus expectativas vitales, la experiencia mental será satisfactoria, y de ello se derivará un estado de bienestar emocional. Al contrario, fruto de la presión ambiental, de la exigencia, y de unos procesos sociales vertiginosos, pueden aparecer la frustración y la sensación de incomprensión. En su fase más aguda, el malestar psíquico puede hacer que la persona se cuestione su papel en el mundo.

Transformar el dolor en esperanza es tanto como transformar las condiciones materiales y anímicas de la sociedad. Apostar por la vida es apostar por un mercado laboral de calidad, y por una mejor conciliación familiar. Es apostar por un acceso más asequible a la vivienda. El encarecimiento de la vivienda ha hecho imposible la emancipación. Es sonreír cuando ves el precio compensado de la cesta de la compra. Es agilizar los tiempos de espera en la atención sociosanitaria, y en las resoluciones de la Ley de Dependencia. Es fortalecer los lazos para aliviar la soledad no deseada. Es proclamar la dignidad de todas las personas y combatir los mensajes de odio.

En definitiva, es cambiar la ansiedad por un aire más respirable, más humano.

La presión social que por diversos motivos podemos llegar a sentir, a veces no se puede superar. Seamos realistas y sinceros con nosotros y nosotras mismas, y sepamos ver hasta dónde llegamos, sepamos entender nuestros límites.

La voluntad política para atajar este enorme problema de salud pública ha tomado forma con el Plan Nacional de Prevención. Ahora, tenemos que tejer una red de seguridad entre todos y todas. Tenemos que lograr la transformación social para que la vida sea un lugar donde vivir.

 

Manifiesto

Como cada 10 de septiembre, en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio, renovamos el mensaje según el cual la conducta suicida se puede prevenir. Con ello ponemos en valor el derecho más preciado: el derecho a la vida.

Si bien en la última medición se prevé un pequeño repunte a la baja, la cifra de 4000 muertes por suicidio sigue golpeando nuestras conciencias.

La novedad de este año ha sido la aprobación del Plan de Acción para la Prevención del Suicidio 2025-2027, por parte del Ministerio de Sanidad. Una demanda histórica de la Confederación Salud Mental España, y del propio Comité Pro Salud Mental en Primera Persona.

Tras su lectura, compartimos el objetivo de proporcionar una información de calidad que deshaga los prejuicios sobre el suicidio, y ayude a formar un clima social para su abordaje. También compartimos la necesidad de identificar a los colectivos más vulnerables, para intervenir de forma temprana. Y sin olvidar el acompañamiento a familiares y supervivientes.

En esta edición nos gustaría poner el foco en los determinantes sociales que pueden precipitar una ideación suicida. Los seres humanos somos seres sociales, de tal manera que nuestra experiencia mental está fuertemente determinada por los condicionantes sociales.

Si, en su trayectoria, la persona logra cumplir con sus expectativas vitales, la experiencia mental será satisfactoria, y de ello se derivará un estado de bienestar emocional. Al contrario, fruto de la presión ambiental, de la exigencia, y de unos procesos sociales vertiginosos, pueden aparecer la frustración y la sensación de incomprensión. En su fase más aguda, el malestar psíquico puede hacer que la persona se cuestione su papel en el mundo.

Transformar el dolor en esperanza es tanto como transformar las condiciones materiales y anímicas de la sociedad. Apostar por la vida es apostar por un mercado laboral de calidad, y por una mejor conciliación familiar. Es apostar por un acceso más asequible a la vivienda. El encarecimiento de la vivienda ha hecho imposible la emancipación. Es sonreír cuando ves el precio compensado de la cesta de la compra. Es agilizar los tiempos de espera en la atención sociosanitaria, y en las resoluciones de la Ley de Dependencia. Es fortalecer los lazos para aliviar la soledad no deseada. Es proclamar la dignidad de todas las personas y combatir los mensajes de odio.

En definitiva, es cambiar la ansiedad por un aire más respirable, más humano.

La presión social que por diversos motivos podemos llegar a sentir, a veces no se puede superar. Seamos realistas y sinceros con nosotros y nosotras mismas, y sepamos ver hasta dónde llegamos, sepamos entender nuestros límites.

La voluntad política para atajar este enorme problema de salud pública ha tomado forma con el Plan Nacional de Prevención. Ahora, tenemos que tejer una red de seguridad entre todos y todas. Tenemos que lograr la transformación social para que la vida sea un lugar donde vivir.

 

Suben los suicidios en Andalucía: el sufrimiento que no ves, pero mata

Andalucía vive una emergencia silenciosa: 815 personas se quitan la vida en lo que va de 2024[1], según los datos provisionales del INE una cifra que supera a la del año anterior y refleja un dolor profundo que no siempre se ve. Este aumento evidencia la falta de respuesta efectiva ante el sufrimiento emocional y la soledad no deseada, que afectan especialmente a quienes no reciben el apoyo de los servicios sociales ni de su entorno.

 

La prevención del suicidio no es solo un reto sanitario, es una cuestión de justicia social y humanidad.

Las cifras reflejan una realidad que no deja de crecer en Andalucía. En 2023, 772 personas perdieron la vida por suicidio, una cifra ya de por sí alarmante. En 2024, el número ha aumentado hasta los 815 casos, un incremento preocupante que exige una respuesta inmediata y coordinada desde las políticas públicas, la sociedad civil y los recursos comunitarios.

Bajo el hashtag #ParaDejarDeSufrir la Federación Salud Mental Andalucía se une a la campaña realizada por la Confederación, el objetivo de esta iniciativa es promover una transformación social para que “la vida sea un lugar donde vivir”, tal y como reclama el manifiesto elaborado por el Comité Pro Salud Mental en Primera Persona y la Red Estatal de Mujeres.

Por ello, la Federación Salud Mental Andalucía recomiendo buscar ayuda y visitar la 'Guía de Prevención' “Permítete Vivir” que identifica indicios y señales de alerta, ofrece información a familiares y personas en riesgo, y promueve las entidades del movimiento asociativo en la red de salud mental. Invertir en prevención es fundamental para combatir este problema.

Los datos provisionales del INE. (Instituto Nacional de Estadística) revelan que, de los 815 suicidios registrados en 2024, 631 fueron hombres y 184 mujeres. Esta distribución sigue reflejando una profunda brecha de género, con más del 77 por ciento de los casos correspondientes a varones.

  • El 77 por ciento de los suicidios corresponde a hombres (631 casos), frente a 184 mujeres.
  • Las provincias con más muertes en cifras absolutas son Sevilla (164), Málaga (163) y Cádiz (121)
  • Granada, Córdoba y Jaén presentan las tasas más elevadas en relación con su población.

Las provincias con mayor número de suicidios en cifras absolutas fueron: Sevilla, Málaga y Granada. Sin embargo, al comparar con la población total, destacan las tasas más elevadas en Granada, Córdoba y Jaén. En el extremo opuesto, Málaga, pese a su elevada población, presenta la tasa más baja.

 

Por provincias

  • Granada: sigue siendo la provincia con la tasa más alta en 2024 (1,13). Aunque ha bajado desde el pico de 2022 (1,28).
  • Jaén: también presenta cifras altas, con 1,03 en 2024, tras una ligera reducción desde 2022 (1,15).
  • Córdoba: mantiene una tasa alta y estable en 2023 y 2024 (1,06), algo superior a la media andaluza.
  • Almería y Cádiz: coinciden en una tasa de 0,97 en 2024, con una evolución estable en los tres años.
  • Huelva: registra una de las tasas más bajas (0,81 en 2024), con un descenso frente a 2022 (0,97).
  • Málaga: muestra un dato llamativo: en 2023 bajó a 0,71, pero en 2024 vuelve a subir a 0,91.
  • Sevilla: presenta estabilidad en cifras, con 0,84 en 2024, casi sin variaciones desde 2022.

Los datos provisionales 2024 del INE. (Instituto Nacional de Estadística)

PROVINCIAS HOMBRES MUJERES TOTAL
ALMERIA 53 20 73
CÁDIZ 93 28 121
CÓRDOBA 70 12 82
GRANADA 80 25 105
HUELVA 35 8 43
JAÉN 50 14 64
MÁLAGA 117 46 163
SEVILLA 133 31 164
ANDALUCÍA 631 184 815

Comparativa de tasa por cada 10 mil habitantes por años y por provincia % por provincias según la población

2024 2023 2022
0,97 0,97 0,80  Almería
0,97 0,94 0,90  Cádiz
1,06 1,06 0,92  Córdoba
1,13 1,12 1,28  Granada
0,81 0,81 0,97  Huelva
1,03 1,02 1,15  Jaén
0,91 0,71 0,90  Málaga
0,84 0,83 0,83  Sevilla
0,95 0,90 0,94 Andalucía

 

Es urgente apostar por políticas públicas que cuiden y acompañen

Desde la Federación Salud Mental Andalucía se alerta de que este aumento no puede entenderse como un fenómeno puntual, sino como el reflejo de un malestar emocional profundo en distintos sectores de la población, especialmente entre los más vulnerables.

Para Manuel Movilla, presidente de la Federación Salud Mental Andalucía, “prevenir el suicidio es responsabilidad de todos y de todas las administraciones, incluidas las locales y provinciales. No hablamos solo de un problema ligado a las personas con un trastorno mental, sino de una realidad mucho más amplia que afecta al bienestar emocional de la ciudadanía. Cualquiera puede atravesar un sufrimiento que le lleve al límite, y eso nos obliga a mirar de frente esta emergencia. Lo más importante es saber que el suicidio se puede prevenir: nadie debería sentirse solo en su dolor. Si como sociedad no somos capaces de verlo y actuar, es que estamos fallando en lo esencial: en cuidar la vida”.

Añade: “del suicidio hay que hablar sin miedo. Igual que la DGT consiguió salvar miles de vidas con sus campañas sobre seguridad vial, necesitamos campañas en la televisión pública andaluza que rompan el silencio y hagan visible este dolor. Quien se siente atrapado debe saber que no está solo, que pedir ayuda es posible y que siempre hay salida. Prevenir es primordial.”

 

Una estrategia integral y sostenida en el tiempo y con presupuesto real

La Federación insiste en la necesidad de:

  • Aumentar los recursos de atención psicológica y psiquiátrica en el sistema público de salud.
  • Incorporar programas de prevención y educación emocional en entornos escolares y laborales.
  • Fortalecer el papel de los servicios sociales, asociaciones y redes comunitarias.
  • Apostar por una estrategia autonómica específica de prevención del suicidio.
  • Realizar campañas de sensibilización e información en la televisión pública andaluza.

 

Recursos que pueden salvar vidas

 

Sobre la Federación

La Federación Salud Mental Andalucía – antes Feafes – es una entidad sin ánimo de lucro considerada de interés social, declarada de utilidad pública, que se constituyó en 1992 con el objetivo de favorecer la adopción de medidas que contribuyan a la recuperación y a la mejora de la calidad de vida de las personas con trastorno mental y la de sus familias, defender sus derechos y representar al movimiento asociativo creado en torno a la salud mental. En la actualidad está integrada por 19 asociaciones.

[1]  INE. Instituto Nacional de Estadística - Andalucía. Defunciones por provincia de residencia, causas (lista reducida), sexo y edad.

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