La cabalgata de Reyes disfrutó de un itinerario repleto de público y un gran final
La cabalgata de Reyes resultó todo un éxito de organización y de presencia de público en las calles. Puntualidad británica para la llegada de los Reyes Magos al estadio Iberoamericano de Bahía Sur y para la salida de la cabalgata, desde la Avenida de Reyes Católicos.
Un pasacalles de Asterix y Obelix abría la gran cabalgata, con la Estrella de Oriente, encarnada por Mariló Amores Guevara, como guía. Decenas de miles de personas llenaban las calles Arenal y León Herrero y la práctica totalidad del itinerario estaba repleto a la hora de la salida de la cabalgata. Las carrozas de Melchor, encarnado por el arcipreste Alfonso Gutiérrez Estudillo; Gaspar, por el empresario Argimiro Pascual Bermejo y Baltasar, por el presidente del San Fernando CD, Daniel Luna Macías, recordaron los antiguos tronos con cúpula en los que procesionaron los reyes durante años. 12 carrozas y cinco pasacalles formaron una larga comitiva que cubrió más de dos kilómetros.
En total, la cabalgata empleó 3 horas en su llegada a la Plaza del Rey. El Plan de Autoprotección elaborado por el Ayuntamiento funcionó a las mil maravillas, pues no hubo incidencias destacables. En las calles, sólo cayeron caramelos y golosinas. Atrás han quedado las pelotas, peluches, camisetas y juguetes de plástico. Todo para mayor seguridad del público y evitar avalanchas.

En la Plaza del Rey, dos grandes haces de luz blanca marcaban el punto de final de la cabalgata. La fachada del Ayuntamiento se iluminó de forma extraordinaria y un espectáculo de fuegos artificiales puso el punto y final, dando paso a la Noche de la Ilusión.








