Roban a una mujer de 76 años en San Fernando tras pedirle ropa usada por la ventana
Se hace viral en San Fernando el robo a una mujer de 76 años en su casa, cometido por una joven que, tras pedirle ropa usada, intentó aplicar el conocido método del ‘abrazo cariñoso’. Aunque la víctima no permitió el acceso al interior, la ladrona consiguió robarle una joya por la ventana.
El caso de una mujer de 76 años, víctima de un robo en su vivienda en San Fernando, ha conmocionado a la comunidad y se ha hecho viral en redes sociales tras la publicación del testimonio de su hija.
Los hechos ocurrieron alrededor del mediodía del lunes 26 de mayo en un bajo de la barriada San Ignacio. Según relata la hija de la afectada, todo comenzó cuando una joven rubia, vestida con pantalón verde y camiseta blanca con flores, se acercó a la ventana de la vivienda preguntando por “Carmen”. La víctima respondió que allí no vivía ninguna persona con ese nombre, pero la joven insistió y comenzó a entablar conversación, asegurando que su madre era más guapa que esa Carmen a la que buscaba.
La joven intentó entrar en la vivienda con la excusa de darle un abrazo, “posiblemente con la intención de sustraer la cadena que llevaba colgada al cuello de su marido recién fallecido”, declara la hija a este periódico. Sin embargo, la mujer, prudente, alegó que había más gente en casa y que estaban durmiendo, y que no quería despertar a nadie.
La chica insistió y llegó a pedir las manos de la mujer, que se las dio con la esperanza de que se marchara. La joven le apretó las manos varias veces mientras la víctima intentaba poner fin a la situación. De repente, la joven salió corriendo. Fue entonces cuando la mujer, al ir a lavarse las manos, se dio cuenta de que le habían robado una esclava de oro que llevaba puesta, una joya familiar que perteneció a su abuela.
La víctima gritó desde la ventana alertando a un joven que estaba sentado frente a la casa, quien salió corriendo tras la ladrona, pero no logró localizarla. "El vio a una joven hablando con mi madre un rato y pensó en todo momento que era su nieta, por lo que él tampoco intuyó nada. Fue cuando mi madre me llamo llorando con un ataque de nervios. Tras el robo, nos dirigimos a la Comisaría de Policía y presentamos la denuncia formal", concluye su hija.
El caso ha generado una gran empatía y solidaridad en la ciudad, y ha servido para lanzar un aviso a la población, especialmente a las personas mayores, para extremar las precauciones ante posibles engaños o robos.
Desde la familia piden a cualquier persona que tenga información que se ponga en contacto con las autoridades o a través de este medio. Además, insisten en la necesidad de proteger y cuidar a los mayores frente a este tipo de situaciones.







