Es importante iluminar un cruce de peatones para que los conductores que se acercan puedan ver claramente a los peatones. No basta solo con poner una luminaria justo encima de un cruce de peatones. Debe crearse un contraste visible entre el paso de peatones y la superficie de la carretera. 

Esto se logra ya en muchas ciudades mediante el uso de una distribución asimétrica de luz que proporciona un nivel alto de iluminación vertical al peatón, desde la perspectiva del conductor. 

Al mismo tiempo, el mismo paso peatonal recibe un alto nivel de iluminación horizontal, para que sea visible desde largas distancias. Los pasos peatonales deben estar iluminados con un contraste de color entre las luces regulares de la carretera y el paso de peatones.

La iluminación en San Fernando es muy pobre en muchas calles y avenidas. Hay pasos de peatones en zonas oscuras y muchas esquinas con gran oscuridad, póngase de ejemplo la de Colón con Constructora Naval. O la mala visibilidad de señalización tapada por árboles o por paqueteras aparcadas justo antes del paso de peatones. Una buena iluminación de los pasos de peatones alerta sobre la existencia de uno y reduce la probabilidad de atropello durante la noche, dado el aumento de visibilidad de los peatones por parte de los conductores.

La luz anaranjada no aporta la claridad que deben tener los pasos de cebra para que un conductor pueda verlo desde lejos.

En los últimos tiempos se puede observar cómo peatones que van por la acera continúan directamente por un paso de peatones sin mirar a un lado u otro y prevenir que no haya ningún coche próximo o de que el conductor está viendo que va a pasar.