Fotografías. Susana de la Llave.

La música impregnó de melodías y bellos acordes las paredes del molino de mareas.

El pasado viernes 22 de julio, se hizo realidad el sueño de dos grandes músicos, Joaquín Ponce y Manuel Bommatti. Después de tres años de trabajo, al fin consiguieron dar vida a un magnífico proyecto y compartirlo con todas las personas que quisieron sumarse a ese gran acontecimiento en La Ceterilla del Zaporito, la presentación de “Origen”, su primer disco.

“Origen” es el resultado de muchas horas de ensayo en un garaje, donde además de guardar aquello que en casa les estorba, ellos almacenan, ensayos tras ensayos, piezas musicales con las que hoy pueden deleitar al oído que a ello se preste. Unas obras que son capaces de acariciar y penetrar en el alma con el mismo cariño con que ellas han sido tratadas.

-“Desde niño me apasionaba la batería" -apunta Joaquín a este medio, un onubense afincado en San Fernando. - "Por eso empecé a estudiar de forma autodidacta. Mi primera batería la fabriqué con unos bombos de lavar, una pandereta e improvisé con algún que otro artilugio. Por aquel entonces, sobre me centraba en Iron Maiden y Metallica”. Más tarde, cursó Grado Elemental de Violonchelo del que obtuvo conocimientos básicos de notación musical, pero como tenía muy claro que la batería era lo que más le gustaba, decidió estudiar por su cuenta y se matriculó en una academia privada. Después de esto tuvo la gran suerte de ser instruido por el gran maestro José Mena.

Manuel, el guitarrista de este dúo, comienza su formación musical desde muy joven y ha bebido de estilos tan dispares como el flamenco, el clásico,  el jazz o el  pop. -“Mis referentes musicales han sido guitarristas tan importantes como  Mark Knoplfer, Paco de Lucía o Juliam Bream. Tuve la suerte de dar clases  con Nono García,  con el que  pude asomarme al mundo del jazz- puntualiza- aunque he tenido la gran oportunidad de conocer y estudiar con una gran profesora que ha marcado definitivamente mi forma de tocar, Mercedes Rodríguez Carmona”.   Esta puede ser la razón del porqué la música que hacen no pueda definirse ni en un estilo ni en otro pues, en cada una de sus composiciones, se intuye una fusión rica en lo más relevante de cada género musical.

Ofrecieron una agradable velada en la que los espectadores pudieron trasladarse a un espacio onírico donde el tiempo se detuvo y volvió a echar a andar cuando los artistas anunciaron el fin de su actuación. Todos los espectadores agradecieron cada tema, cada momento vivido con aplausos y con, los mismos,  se fundieron en un abrazo sincero hacia los que conquistaron el corazón con lo mejor de ellos mismos, su música.

Merche Márquez Aleu