A los pies de Camarón.

Actuaciones ecuestres y flamencas -tradicionales y más actuales- completaron su experiencia en este templo isleño del Flamenco.

El comandante y los oficiales de La Armada del Buque-Escuela colombiano 'ARC Gloria' arribaron ayer en el muelle de Cádiz desde donde se dirigieron, directamente, a la Venta de Vargas de San Fernando. Allí disfrutaron de un espectáculo ecuestre y de Flamenco en la plaza de Juan Vargas, escenario incomparable con la escultura de Camarón que en su día tallara el genial Antonio Mota. Los artistas provenían de la vecina localidad de Chiclana de la Frontera, de la empresa de Chema Picadero 'Royal Center Hípica'.

Eran dos las bailaoras que junto al caballo y su jinete dieron muestras del arte andaluz como paso previo a las degustaciones de fino de Jerez en la terracita de la Venta, cuando pudieron confraternizar con invitados de San Fernando justo antes de acceder al patio principal. Allí estaba todo dispuesto y preparado para que los comensales disfrutaran de los mejores platos de la tierra: jamón, 'papas aliñás', chicharrones y, cómo no, las ineludibles tortillitas de camarones. Pero antes, un breve repaso históricos a los orígenes de La Isla, ciudad hermana de la capital, a su vez, hermanada con Cartagena de Indias debido a los estrechos vínculos comerciales potenciados, sobre todo, a comienzos del siglo XVIII.

Pero no quedó ahí la charla que corrió a cargo de uno de los redactores de este periódico, máster en Patrimonio, sino también a los orígenes prehistóricos de la ciudad y su vinculación con el mar, la época de las colonizaciones, invasión árabe, reconquista y etapa como villa de diferentes señoríos (Suazo, Ponce de León) hasta configurarse tal cual hoy se la conoce por influencia de La Armada, siendo ya una Isla fortificada con la llegada de los franceses a principios del siglo XIX. El último tramo sirvió para explicar la importancia de la Venta de Vargas como baluarte flamenco y escenario donde el mítico Camarón daría los primeros pasos durante su niñez.

Tras la cena, actuación flamenca de raza que corrió a cargo de Virginia Vélez, el cantaor 'Selu del Puerto' e Ignacio Álvarez, a la guitarra.

Más tarde flamenco actual con María 'La Mónica'. Vocalista, manager y productora de este conocido grupo y compositora de gran parte de sus temas mientras impartía, además, talleres relacionados con la música tanto para niños como para personas mayores y promovía conciertos durante los últimos ocho años. Una carrera artística que se remonta a las reuniones familiares que le inyectaron el Flamenco en vena para, posteriormente, completar su experiencia con grupos de éxito como ‘Ignotus’, ‘EA!’ o Manolo Carrasco.

Justo esa gota de arte que los visitantes esperaban ayer para cerrar, por todo lo alto, su experiencia en el templo del Flamenco por antonomasia. Un evento posible bajo el patrocinio de 'Frizonia', empresa isleña remodeló el sistema de aire acondicionado del citado buque hace unos meses, en una gran carena que tuvo lugar en el astillero de COTECMAR.