33 años dan para mucho en lo alto de los escenarios. Danza Invisible, aquel grupo que destacó en el concurso de rock Alcazaba de Jerez, hace tres décadas, se hizo un hueco en el panorama musical con grandes éxitos. El grupo malagueño alcanzó amplias cotas en las ventas de discos, con temas archiconocidos que después de tantos años siguen escuchándose gracias a Internet y a conciertos como el ofrecido este sábado por el grupo que comanda Javier Ojeda.

Danza Invisible había ofrecido hace 4 años un concierto en el mismo escenario, pero en esta ocasión la respuesta de público fue mayor y el aspecto del Palacio Consistorial distinto con los arcos tapados con negro, aportando profundidada a los mismos.

Había muchos años en la Plaza del Rey. La nostalgia de una década fundamental en la música española se palpaba, pero también había mucha juventud que disfrutó del concierto.

El grupo había actuado en la noche del viernes en Madrid y llegaba a San Fernando para interpretar canciones como El Pintor de una modelo, El brillo de una canción, A Sudar, Dame de Beber, La estanquera, No habrá fiestas, Al Amanecer, El Ángel Caído, Sabor de Amor, Por Ahí se va, Catalina, Reina del Caribe, Sin aliento, Naturaleza Muerta, A este lado, El club del alcohol y Espuelas.

El público disfrutó y el comentario era unánime. “Ha sido un verano de mucho flamenco y poca variedad musical”. En la Plaza del Rey, terminaron saboreando el rock y el pop de Danza Invisible con el incombustible Javier Ojeda a su frente.