Placa con pintadas, en la calle Real.

“Sobran en mitad de la calle”, “son un peligro para los niños que jueguen en la zona”, “durarán menos que un caramelo en la puerta de un colegio”…

Son algunos de los comentarios que hace pocos meses suscitaba la colocación de estas placas en puntos estratégicos de La Isla para ofrecer información sobre dichos lugares y los iconos o elementos singulares que en ellos se ubican. Una apuesta del gobierno municipal -aún con el PP a la cabeza- para poner de relieve, quizá, que valoran, apuestan y consideran necesaria la divulgación del Patrimonio urbano dado el movimiento que últimamente suscita este concepto entre la ciudadanía de San Fernando.

Pero lo cierto es que algunos de estos augurios no se han hecho esperar pues ya manifiestan los primeros síntomas de la desidia, o bien, del comportamiento incívico de algunos vecinos. Buena muestra de ello son las pintadas que presenta el existente frente a la fachada del colegio de La Salle, en la calle real, o las manchas de orina que adornan su pie metálico.

Placa en la Plaza del Rey, antes y ahora.

Hace días también expresaban algunos isleños su malestar por la placa instalada en la Plaza del Rey, frente al monumento ecuestre a Varela, pues amanecía completamente torcida. Como si alguien, especialmente aburrido, se hubiese dedicado a hacer fuerza sobre ella. Parece haber sido protagonista de alguna especie de solución casera, mostrándose más enderezado aunque no del todo y conservando la marca de la torcedura.

Si bien tampoco los más entendidos en cuestiones de Historia, Arte o Patrimonio Cultural mostraron gran satisfacción en su momento indicando algunos fallos o erratas que podían -aún pueden observarse en su contenido-. Referencias a la calle Real en pasado -como si ya no lo fuera-, fallos al citar los puntos cardinales o contradicciones de traducción al inglés son algunos de los temas que en su momento protagonizaran tales quejas.

Más o menos útiles, una cosa es cierta en el sentir de muchos: la lucha por la supervivencia del mobiliario urbano sigue siendo una constante.