Anoche en la Venta Vargas, se celebró la fiesta de cierre de temporada de las clases de flamenco impartidas por Luis Monje Vargas.

Cuatro años consecutivos en los que el maestro jerezano, todos los martes en el conocido restaurante con más solera flamenca de La Isla, trasmite su arte a 17 mujeres, que más que alumnas ya son una gran familia.

Desde las 19:00 horas hasta cerca de las 2:00 horas de la madrugada, las alumnas y amigas que quisieron acompañarlas en este gran y emotivo día, disfrutaron, cenaron, bailaron y se despidieron hasta octubre, mes en el que retomarán sus clases. Parón que con pena se ven resignadas, debido a los contratos, giras y demás compromisos de Luis Monje en el extranjero.

Los comienzos de estas clases gracias a una de las alumnas, Carmen Castañeda, tuvieron lugar en casa de Lela Vargas y que por motivo de espacio al igual que en la Peña de Camarón, tuvieron finalmente que trasladarse a La Venta Vargas. Grupo cerrado y consolidado, que además de aprender a bailar bulerías, entre otros palos, realizan otras actividades culturales.

Músicos como Paco Fontao, o como ayer, Javier Sánchez Martínez, han acompañado al toque muchas de sus clases. El también conocido isleño Pablo Lobo de Dueñas, con su visita sorpresa quiso acompañarlas en un par de coplas al cante, momento en el que Luis Monje se marcó unas "pataítas"

El agradecimiento eterno a Lela Vargas, y la admiración por Luis Monje, tanto profesionalmente como a su persona, hace de esta familia algo muy especial que con solo mirarlas transmiten su bien estar, y ayer en escasos momentos tristeza, por separarse hasta dentro de muy poquito….