Furor en el Iberoamericano por un partido que no vivió tiempos muertos.

Séptima victoria consecutiva, en casa esta vez donde Ñoño, en un primer acercamiento, logró sacarse “un centro chut a las manos de Madruga”. No pudo ser, pero la cosa ya apuntaba maneras. El San Fernando CD dominaba el terreno de juego.

El primero no tardó en llegar. Tati aprovechó un error defensivo en el saque de una falta para hacer vitorear a la grada en el minuto 12. Aún quedaban tres más, pese a algún que otro susto hacia la mitad. Ñoño y Dani Martínez cogieron el relevo, pero perdieron una nueva oportunidad estrellando el balón en el larguero pero haciendo rugir al público.

Fue entonces cuando llegó el gol del Cabecense, tras cabecear un saque de falta en el minuto 23. Los lamentos duraron poco. Ñoño volvió a intentarlo tras la genial asistencia de Casabella en el 29, pero el segundo llegaría con Jorge Herrero. Una “jugada trenzada marcando de cabeza a puerta vacía” en el minuto 32 provocaría furor. Y de nuevo Ñoño, a punto en el 35, en repetidas ocasiones que tensaron al máximo al portero cabecense. Una vez más, Casabella rozaría el palo, y la parada de Zamora en el 43 concluirían un primer tiempo nada desaprovechado.

El inicio de la segunda parte estuvo marcado por una “tensa calma” en Bahía Sur. El azulino, más entregado que nunca. El Cabecense, no se dejaba pisar. Dos momentos importantes: el “pase de la muerte de Ñoño”, quien casi mete un defensa en propia puerta, y el servicio de Martínez que no puedo ser coronado por Maldonado en el 63. No importó. El tercero llegó del pie de Adrián, a pase de Tati en el minuto 74. Algún disparo desviado de Casabella y Chapi, a punto de cazar un rebote del portero, fueron los últimos intentos de un partido que ya era historia.

Alejandro Díaz Pinto