Las exigencias municipales derivan en suspensión de zambombas y en fiestas privadas o familiares
Las exigencias del Ayuntamiento a la hora de autorizar eventos públicos como zambombas o cotillones de fin de año ha terminado en la suspensión de muchas de las previstas en la programación oficial y en la celebración de fiestas privadas o reuniones familiares.
Ese ha sido el resultado de lo sucedido en el mes de diciembre, donde además se han tenido en cuenta la calificación de las salas a la hora de si tienen autorizada música o no. Tres cotillones estaban autorizados para celebrar el fin de año. Pero las fiestas se celebraron también en bares abiertos al público y en otros ya cerrados, para celebrar fiestas privadas o reuniones familiares, que no han necesitado de permiso municipal.
El Ayuntamiento ha tenido en cuenta las condiciones que se exigen para espectáculos públicos ante la concurrencia de personas. Y sobre todo, que zambombas con actuaciones en directo, no están amparadas dentro de restaurantes, bares, con música o sin música.
Para autorizar zambombas, se ha exigido a los bares un certificado suscrito por técnico competente, de adecuación del establecimiento a la actividad que pretende realizarse, que justifique el cumplimiento de la normativa vigente. Este certificado ocasiona un gasto que va entre los 200 y 350 euros para los organizadores, aunque puede ser mayor su importe.
A esto suma la solicitud de una copia autentificada de póliza de seguro y recibo de acuerdo con el Decreto 109/2005 de 23 de abril, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas. Tenía en cuenta el aforo del local y además, en caso de instalarse altavoces, escenario o iluminación especial, el Ayuntamiento también obliga a presentar certificado de instalación suscrito por técnico competente.
Estas normas han motivado la suspensión de un buen número de zambombas en locales públicos, como también se suspendió la prevista por las hermandades de la Pastora en favor de Cáritas.
Durante este fin de año, además de los tres cotillones autorizados y el botellón en la calle, sólo junto al Mercado Central se han celebrado dos fiestas o reuniones privadas.
