Es una estampa que sucede a diario, pero que no todos pueden ver. Los panaderos trabajan de noche y a primera hora de la mañana, es normal que el reparto de pan se produzca con los bares aún cerrados. Desayunos que deberán esperar a una mañana algo más avanzada, mientras el pan espera en la puerta.

Son muchos los hosteleros los que miran estas bolsas de pan, porque según el número de panes de la bolsa se puede ver el volumen de negocio del local. También se ha dado la circunstancia de bares que no han visto la bolsa de pan, porque alguien se las ha llevado. Pese a todo, no deja de ser un estampa diferente.