Los profesionales de Ángeles Teysa, un freno a las limitaciones a través de la cercanía
El centro de estancia diurna, Ángeles Teysa se consolida como referencia pese a su reciente fundación.
Las personas mayores. Aquellas con movilidad reducida o leve alteración cognitiva cuentan, desde hace poco más de un año, con un centro de día que ofrece todos los servicios para satisfacer sus necesidades "y mantener el mejor nivel posible de autonomía".
Bajo esta sana vocación nació 'Ángeles Teissa', ubicado en Real 73. Una opción que pone especial énfasis en el cuidado individualizado de cada usuario, pero también en el de su familia ya que desde el centro apuestan por "tratar de reducir la sobrecarga física y emocional de estas personas". Además de los cuidados en régimen ambulatorio y atención domiciliaria, cobran especial protagonismo la formación, la docencia y la investigación, por lo que puede hablarse de una unidad puntera en todas su abanico de variables.
Así, un proyecto concebido para que sus integrantes permanezcan desde primera hora de la mañana hasta bien entrada la tarde, se ha adaptado a la gran demanda que le sobrevino durante el ciclo para solicitar sesiones concretas de estimulación, gimnasia o talleres cognitivos. "Dos o tres horas durante las cuales, los usuarios echan un rato muy agradable", indicó la resposable, Santos Lebrero, a este periódico. El valor añadido es "hacer más felices a aquellos que depositan su confianza en nosotros trabajando de un modo individualizado y a través de un trato muy cercano", algo que, de momento, se ha cumplido, pues los especialistas de la unidad logran frenar el avance de estas limitaciones físicas y cognitivas con las que los pacientes llaman a la puerta.
La treintena de plazas disponibles se ha ido cubriendo durante, pues, esta primera etapa pero debido a la adaptación a la demanda por parte del centro, se han ofertado recientemente nuevas vacantes en horario de tarde. Un buen complemento a la entrega familiar para con estas personas, necesitadas de ciertas atenciones, que se encuentra además en trámites para lograr la acreditación de las prestaciones determinadas por la Junta a través de la Ley de Dependencia, "un proceso muy largo, pero que de momento va viento en popa", señaló Lebrero segura del proyecto pese a las dificultades que entraña el momento actual.
Calidad, especialización y excelente trato humano se conjugan en este segundo "hogar" cañaílla para muchos de sus pacientes, que ahora, por cierto, acaban de colocar el árbol de Navidad.








